Copyright 2010 viajaratope.com. All rights reserved.. Atencion Comercial: depcomercial@viajaratope.com




SILKEN GRAN HOTEL DOMINE BILBAO



















En una de las zonas más privilegiadas de la ciudad, frente al extravagante museo con cubierta de titanio, el Guggenheim,  y su carismático “Puppy”,  repleto durante todo el año de flores de temporada mantenidas en cultivo hidropónico, en la orilla izquierda de la ría de Bilbao o ría del Nervión,  margen completamente renovada y que se ha convertido en el centro económico de la ciudad, y con vistas presididas por las cadenas montañosas que rodean el meandro, se sitúa el edificio del Gran Hotel Silken Domine Bilbao, sin desentonar, en absoluto, con el hermoso  y amplio paisaje que lo rodea.

Javier Errando Mariscal (Valencia, febrero de 1950) es el reconocido diseñador  multidisciplinar que, en 2002, realizó el diseño integral del Gran Hotel Domine Bilbao, cuyo  creativo se basa en reflejar la Historia del diseño del siglo xx. Mariscal idea desde los uniformes hasta la fachada, pasando por la imagen gráfica y su sitio web. El interiorismo del GHDB lo hace junto a Fernando Salas.

El Gran Hotel Domine Bilbao es el primer cinco estrellas y auténtico buque insignia de Hoteles Silken. El GHDB expresa un concepto contemporáneo, que evita la ostentación e invita al disfrute.

La fachada del edificio está diseñada a base de las cristaleras opacas desde el exterior que aportan una gran luminosidad a las habitaciones y vistas espectaculares  al Guggenheim, museo de referente artístico a nivel internacional.

Nos sorprende,  al entrar, el suave y delicado aroma que impregna la estancia, una mezcla personalizada de Bulgari muy agradable que envuelve las zonas de acceso y que otorga un carácter propio al hotel.

El hotel dispone de dos accesos, en calles paralelas. El acceso frente al Guggenheim abre paso a un amplio hall con un enorme sofá de color rojo intenso en forma de hueso (se dice popularmente que es el hueso de Puppy, el gigantesco can de flores de la puerta del Guggenheim), diseño de Mariscal, iluminado en toda su longitud por numerosas lámparas ovaladas que cuelgan del techo.

A la izquierda encontramos la amplia recepción en madera y la entrada a la luminosa y elegante cafetería, a la que puede accederse también directamente desde el exterior. El interiorismo de Metropol Le Café es un homenaje a la Bauhaus y a los diseñadores que sobresalieron en los años 20 del siglo XX. Por eso está diseñado en blanco y negro y utiliza el acero inoxidable, un material que refleja la fe en las nuevas tecnologías que movió a aquellos diseñadores. Mantiene a la perfección las líneas geométricas globales  del hotel tanto en su estructura como en el decorado del suelo y el mobiliario. El cerramiento acristalado le convierte en un mirador abierto al paisaje urbano. La vecindad del museo le asegura un ambiente y un público cosmopolita.
Hacia la derecha se encuentra un amplio bar de copas, el “ Splash and Crash”, lugar pensado para tomar una copa y compartir tertulias o disfrutar de una buena selección  de música en un ambiente nocturno,  amueblado con sillones en blanco y negro y decorado también con rojos, colores de pasión y pureza que expresan los ideales de los años 60, época en que se inspira su decoración.

A continuación las escaleras,  de mármol negro y pasamanos blanco, que observadas desde la planta superior parecen un artística pintura de caracol, y los ascensores, acristalados de suelo a techo, nos dan acceso a las plantas superiores mientras disfrutamos de las vistas que nos proporcionan del Ciprés Fósil de Mariscal en el atrio.
El atrio es una continuación del hall de entrada y sigue a la recepción en una zona intermedia entre el acceso por el Guggenheim y el de la calle Lersundi . Esta zona central, inundada por la iluminación procedente del techo acristalado y con base en madera,  es, en sí misma, una sala de arte. Dispone de un rincón con tres sillones de tres vivos colores, naranja, negro y fucsia,  y en la parte central una colosal escultura de Mariscal, el Ciprés Fósil, que ocupa toda la verticalidad del edificio, desde el suelo hasta el lucenario, y que tiene 26 metros de alto, 2,5 de diámetro y 90 toneladas de peso. Está construido en porciones de dos metros de altura, cada una de ellas rellena de miles de pequeñas piedras perfectamente encajadas unas con otras. Un trabajo único y exclusivo para este hotel cuya originalidad y belleza no dejan a nadie impasible. Nos comentan que la estructura es revisada anualmente para comprobar su estabilidad y  fundamentación y el resultado siempre es que se mantiene igual que el primer día que se instaló, hace ya 10 años.

En el otro lado del atrio una gran cascada de agua baja de forma continua recorriendo una estructura de forma geométrica escalonada en negro mármol y adornada por algunos juegos de dos platos y copa, todo ello bañado por agua que acaricia toda la estructura y le otorga un brillo y frescor artísticos propios de su original diseñador, Mariscal. Nos comentan que la idea inicial no contemplaba la colocación de las vajillas en la cascada sino que Mariscal pretendía utilizar algún otro tipo de elementos geométricos, pero, finalmente, no quedó convencido con su idea inicial e hizo traer unos platos y copas para probar. El resultado le agradó y ahora  llaman popularmente al diseño  “el  lavavajillas”.

El atrio es la parte central del hotel. Su altura se eleva hasta el techo del edificio y se puede disfrutar de su vista desde cualquier planta, desde los tres ascensores de cristal y desde las habitaciones que dan al interior. Esta zona, que es el corazón del hotel, causa la sensación de estar ante la representación artística de un paraje natural, a través de formas geométricas, el agua, la piedra,  la madera y la iluminación, que resultan en la creación de dos magníficas esculturas, un árbol junto a una suave y fresca corriente de agua.

Situada en el lobby, y con acceso desde la entrada de la calle Lersundi, la tienda de GHDB acoge una selección de objetos que no se quedan en el mero souvenir, sino que son deseables por su buen diseño y porque tienen algo que transmitir a sus destinatarios. Aquí es posible encontrar un regalo exclusivo para aquellos que desean llevar algo de recuerdo y un poco de sorpresa.

La decoración de todas las instalaciones del hotel, incluidas las habitaciones, está realizada a base de diseños únicamente de Mariscal y Salas, resultando un placer trasladarse de una zona a otra simplemente por disfrutar de las numerosas pinturas que adornan las paredes y del mobiliario de frescas tonalidades que componen las salas.

El hotel dispone también del Rincón de la Lectura –Txoko  Tranquilo Corner-, el espacio que mejor rinde homenaje al siglo XX  y que logra establecer un ambiente sosegado y lleno de calidez para que el huésped pueda leer o conversar tranquilamente.  Se trata de un gran salón con suelo  en madera,  y paredes que se distinguen por presentar tonalidades  diferentes, desde el rojo, pasando por el naranja y el blanco, hasta la madera, todo ello complementado por numerosas pinturas de Mariscal, sillones en pequeños grupos, también en diferentes tonalidades,  diseñados por él, y una chimenea que, encendida en invierno, caldea el ambiente y lo hace todavía más acogedor. Cabe remarcar la presencia de dos sillones en madera creados por el afamado arquitecto contemporáneo Frank Gehry, responsable del  diseño del  museo Guggenheim y de su cubierta de titanio, que exclusivamente pueden encontrarse en dicho  museo  y en este hotel.

En el Txoko Tranquilo Corner  se dispone de una biblioteca con títulos relacionados con el diseño,  la arquitectura y el interiorismo.

El hotel dispone de salones para eventos caracterizados por su gran versatilidad, su confort y su buen gusto. Mediante un sistema de mamparas pueden dar cabida a entre 20 y 500 personas y  son ideales para la celebración de reuniones, convenciones, eventos familiares, etc. Destaca su elegancia  sobre un suelo alfombrado en rojo, diseño Mariscal, y sus paredes y techos panelados en blanco. Están equipados con la más sofisticada tecnología para permitir la celebración de eventos de empresa.

El gimnasio del hotel se encuentra situado en el ático. Es un espacio acristalado, de gran iluminación natural y con una terraza exterior o solárium, ideal para tomar baños de sol frente a unas vistas privilegiadas. Dispone de una zona de fitness, sauna, baño turco y salas de wellnes, donde gozar de un relajante y reconstituyente masaje o de diferentes tratamientos de belleza.
Las instalaciones cuentan con 8 diferentes tipos de habitaciones, desde la Domine Comfort, hasta las Guggenheim, los estudios y las suites. Pueden disponer de vistas al atrio, a la calle Lersundi o al museo Guggenheim. Todas ellas están diseñadas íntegramente  por Mariscal en una gama de colores del ocre al rojo,  son amplias, de 20 a 65 metros cuadrados y muy confortables. Están equipadas con sábanas de algodón egipcio y mantas  de lana y caschmere, butacas de diseño , amplio escritorio de trabajo con posibilidad de conexión a internet, TV LCD de 23" y Canal Satélite (20 canales temáticos y Pay TV), hilo musical y radio, aire acondicionado y calefacción central, mini bar, teléfono de marcación directa y caja fuerte sin cargo. Disponen de un amplio baño distribuido en tres zonas, una dotada de bañera diseñada por Philippe Stark sobre suelo de teca y frente a un gran ventanal translúcido con vistas al dormitorio, una zona central sobre suelo de mármol con dos pilas y grifería Grohë, secador profesional de cabello, teléfono directo, espejo de aumento y amenities de gran calidad y delicado aroma diseñados por Javier Mariscal, y una tercera zona donde se ubican el WC y el bidet. Una dotación Vip extra consta de albornoz y zapatillas.

Las habitaciones con vistas al Guggenheim disponen de enormes cristaleras que otorgan a la estancia una calidez y una panorámica envidiables.  Disponen de moqueta en toda su superficie,  amplios armarios, confortables sillones y varios tipos de almohadas. Nos sorprenden en el recibimiento con detalles de cortesía como chocolatinas de marca propia y dos pequeños muñecos de Mariscal (un gato y un perro). Un grato recibimiento que nos hace prever el placer que supone alojarse en el hotel.
En el ático encontramos la “Buenas Vistas Terrace”, que aloja el restaurante Doma de Martín  Berasategui. Se trata de un gran espacio al aire libre, ideal para tomar un desayuno con el suave sol de la mañana o disfrutar de una cena a la luz de la luna con una panorámica de postal como fondo. La terraza, que integra al privilegiado restaurante regentado por Martín, exhala calidez, elegancia, luminosidad y un ambiente de tranquilidad y relax que te impregnan de bienestar. Pavimentada con madera de teca e iluminada por grandes y blancas lámparas de suelo en forma de pirámide curva, es recorrida en toda su longitud por una marquesina de cobre que cubre la mitad de su superficie en días más frescos o para cobijar a aquellos que prefieran mantenerse bajo techo.

Tomar un desayuno con la sensación de tener al alcance de tu mano las cubiertas de titanio del Guggenheim y sentir la fresca brisa proveniente de la ría del Nervión, hacen del momento un cóctel de agradables sensaciones que propician un envolvente estado de relax.

El desayuno servido es de tipo continental y con productos de gran calidad, desde bollería artesanal propia, crepes al momento,  lácteos y quesos variados, confituras, zumos naturales, fruta fresca, etc., hasta los surtidos de ibéricos de reserva y su producto estrella, el jamón.

El restaurante Doma lleva el sello de la cocina de Martín Berasategui, el único chef de nuestro país con 7 estrellas Michelin.  Allí pudimos participar del  cóctel de inauguración que preparó, junto a su jefe de cocina Moisés Leranoz, y disfrutar de sus imaginativas y frescas propuestas, desde  piruletas variadas de foie, queso y pan, cucuruchos de bacalao y mouse de queso con membrillo, chupitos de crema de calabaza y bacalao y gelée de trufa y coliflor, ostras con chantilly de caviar, cangrejitos de mar rellenos y brochetas de langostino, entre otras muchas propuestas, hasta licor de leche merengada, surtido de pastelitos artesanos, una excelente selección de vinos de las mejores bodegas, Moêt Chandon y puros Habanos, como no, sin olvidar los entrantes con fabuloso jamón de bellota y  salmón Keia.

Todo ello aderezado por la corrección del personal del hotel, muy cercano, agradable y, sin duda,  profesional.

Una sucesión incansable de delicadezas que resultan, sin excepción, un enorme placer para el paladar en un entorno contemporáneo,  encantador  y distinguido  cómo las instalaciones del Gran Hotel Silken Domine Bilbao.



Armin Menéndez-Arango Straub
Viajaratope.Com

   



  Viajaratope.Com
THE LUXURY HOTEL & RESORTS COLLECTION