Kemi: una ciudad llena de maravillas
Kemi está situada a unas dos horas en coche desde Rovaniemi y su visita ofrece un espectáculo tanto en verano como en invierno.
En verano es una ciudad encantadora, casi mediterránea, donde todo gira alrededor de su pequeño pero encantador paseo marítimo en el que infinidad de personas pasean relajadas disfrutando de un clima muy templado y un ambiente de pueblo de pescadores que ofrece un contraste muy acusado con el resto de parajes que hayamos podido visitar durante nuestra estancia en la Laponia.
En el paseo marítimo encontraremos dos restaurantes estilo marinero donde nos servirán unas especialidades dignas del mejor paladar y servidas por un personal muy cortes y amable.
Pocos metros más allá divisamos la playa de Kemi que nos permite adentrarnos muchos metros sin llegar a cubrir ni la cintura, bañados por un agua casi dulce y una arena finísima.
Recomiendo la vista de la Galería de Piedras Preciosas de Kemi a la entrada del puerto donde se puede contemplar la corona del Príncipe Carlos Federico, o el collar de María Antonieta, la corona de la Reina Elisabeth II, el tesoro de un capitán inglés, el ojo Hindú o el famoso brillante Orlow.
En Kemi también se puede jugar al Golf en la medianoche, practicar tenis o hacer un safari con excusiones de Rafting o a través de bosques solitarios.
En verano Kemi también ofrece pequeños cruceros aunque quizás el más destacado sea el que se realiza en un antiguo barco velero con excursiones de uno o varios días.
Para los peques también se celebran los días de crucero en barco pirata, un acontecimiento que seguro no les dejará indiferentes. El final de temporada en Kemi viene marcado por la noche veneciana en el puerto.
Kemi en invierno ofrece infinidad de aventuras, pero yo recomendaría, sin lugar a dudas, el viaje en el rompehielos Sampoo, una experiencia única a bordo del majestuoso barco que es capaz incluso de romper un metro de hielo y decorado en su interior lujosamente con maderas nobles.
La experiencia que el Sampoo ofrece va más allá ya que nos permite saltar sobre el hielo recién partido en las aguas heladas, naturalmente perfectamente equipados con material aislante.
También es inexcusable la visita del Castillo de Hielo, una obra maestra de arquitectura sobre la nieve. En su interior alberga un restaurante donde podrá degustar una comida caliente rodeado por carámbanos de hielo, o incluso pernoctar en el Hotel del Hielo. También hay una Capilla de Hielo apta para todas las confesiones.
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