Reportaje Enoturismo: Casar de Burbia
Domingo, 27 de enero 2013 Manuel Medina
Enero de 2013 - Manuel Medina | Carracedelo
El Monasterio benedictino de San Salvador de Carracedo, fundado en 990, para acoger a los monjes que huían de las razias de Almanzor, quien lo destruyó para ser restaurado en el siglo XII por la infanta doña Sancha, es motivo para realizar una visita a la localidad de Carracedelo. Visitar la bodega Casar de Burbia es también justificación más que sobrada para dirigirnos a uno de los municipios leoneses en los que se habla gallego.
El monasterio es una sucesión de estilos arquitectónicos: románico de transición de la primitiva iglesia, construida en 1138, gótico del Mirador de la Reina, renacentista (claustro, refectorio y sacristía), barroco y neoclásico. Casar de Burbia es una sucesión de generaciones dedicadas a mimar su tierra para de ella extraer los más sublimes frutos. Ambos, monasterio y bodega, comparten un enclave privilegiado de obligada visita, pero comparten algo más. Ambos representan la tradición pero también la modernidad. Isidro Fernández Bello, propietario de la bodega y director técnico, ha implementado revolucionaros procesos productivos sin abandonar la tradición. Pero, ¿Dónde encontrar el paralelismo en el pétreo monasterio benedictino? Hemos de acercarnos a la puerta románica de la iglesia, en ella, una inscripción explica cómo el 29 de agosto de 1810 fueron elegidos en el Monasterio de Carracedo los primeros representantes democráticos de los leoneses en las Cortes de Cádiz. Ahí es nada.
La bodega Casar de Burbia es el “resultado de un empeño familiar ajeno a las prisas. Es una idea que ha tomado forma con los años y que continúa moldeándose a merced de lo que demandan los nuevos tiempos.”. Así es como se autodefinen estos emprendedores que afirman de forma tajante que “nuestro mejor patrimonio son las 27 has. de viñedo, la mayor parte centenario, aledaño al Camino de Santiago en su recorrido por Valtuille de Arriba.”
La bodega posee cepas viejas de uva Mencía, variedad autóctona de la zona del bierzo, que se encuentran ubicadas en terrenos montañosos, alcanzando cotas de 700 metros de altitud. Sus suelos son pizarrosos, de gran concentración tánica, que “son el origen del sabor, olor y cuerpo de nuestros vinos”.
“Cuando el patriarca de nuestra familia, Nemesio Fernández Bruña, empezó a adquirir viñedos viejos a finales de los años 80, los viñedos de la montaña de Valtuille de Arriba sufrían un lento y patente abandono debido a su escasa producción frente a los cultivos del fértil valle. Para poner los viñedos en valor la bodega inició un laborioso trabajo de reinjertado que duró 7 años, en el que se reinjertaron más de 9.000 plantas en los pies de las cepas centenarias existentes. Se utilizaron las técnicas de injerto más tradicionales de la zona: el injerto de meseta y se cambiaron las variedades blancas por la variedad reina de la zona: la Mencía. Todo este esfuerzo que hoy tiene sus frutos supuso un trabajo de regeneración de viñedo sin igual entre las bodegas de El Bierzo. Casar de Burbia es una bodega que apuesta por la calidad en la alta expresión de sus vinos, caracterizada por su constante empeño en captar las esencias que aporta el privilegiado Terroir de El Bierzo.”
Del modo que antecede se resume parte de los orígenes de Casar de Burbia y cuya esencia gustan sentenciar con la frase “Bierzo en estado puro”. Porque es el Bierzo lo que se despliega en todo su esplendor ante nuestros ojos cuando transitamos por los sus viñedos, pero también ante nuestro olfato y nuestro sabor al descorchar una botella de esta bodega.
Esta región montañosa por la que discurre la Ruta Jacobea es ideal para el cultivo del viñedo y en especial para la Mencía, cepa que ha seducido a los mejores enólogos hasta el punto que es ya considerada como una de las joyas varietales españolas y que pudo ser una de las primeras cepas de uva introducidas en la península ibérica. La Mencía encierra un enorme potencial y es reto de la bodega sacar todas sus posibilidades para hacer grandes vinos.
En lo que se refiere al Terroir, “el terreno donde se cultivan los viñedos de Casar de Burbia es factor clave en el sabor, olor y cuerpo de nuestros vinos. La gran cantidad de molibdeno del suelo tiene su origen en la pizarra, muy abundante en la zona, que junto con el hierro que tiñe los suelos de rojo hace de los vinos de Casar de Burbia una autentica explosión mineral. El viñedo está estructurado en 42 pagos, clasificados según la altitud, orientación y características del terreno. A partir del estudio y trabajo realizado en el terreno en vendimia se seleccionan las uvas de mayor calidad para poder obtener la máxima expresión de esta joya varietal que es la Mencía. Cuidamos el proceso de elaboración y crianza para preservar la personalidad de la fruta y obtener nuestros cuatro vinos: Casar de Burbia, Hombros, Tebaida y Tebaida Nº 5, que terminan de perfilarse en barrica, americana y francesa, según el vino y tiempo de crianza, para luego redondearse en la botella.”
Y en cuanto a los vinos, fin y propósito último de toda bodega, pasaremos repaso a algunos de los que produce Casar de Burbia. El vino blanco Casar Godello (100%Godello) es un empeño de varios años de Isidro Fernández por conseguir elaborar un blanco a la altura del resto de tintos de la bodega. Elaborado a partir de uvas de la variedad autóctona Godello, procedentes de un viñedo con más de 30 años, este vino lleva a cabo una maceración pelicular en frío a una temperatura de 12º C, para posteriormente escurrir y prensar la pasta. La fermentación se realiza durante 20 días y presenta una crianza de 8 meses en sus propias lías, antes de la estabilización y embotellado final. Con este trabajo sobre lías el vino gana untuosidad y volumen en boca, y amplía su potencia aromática. Un vino con cuerpo y frescura que marida a la perfección con marisco, pescado y arroces. Se envasa en una atractiva botella tipo borgoña de bajo peso que cumple con la normativa fijada por la Unión Europea para el sector con la intención de reducir la huella de carbono en la proporción.
Con el propio nombre de la bodega, el vino Casar de Burbia es un tinto con crianza de 8 meses en barricas nuevas de roble americano de Missouri, y por supuesto 100% Mencía. Tanto el proceso de recogida de la uva como la prensa se efectúan manualmente. Es un vino sabroso, intenso, franco y directo, abriéndose desde el principio, percibiéndose el potencial varietal: aromas primarios, con la madera como acompañante en forma de caramelos y no como protagonista. Si tenemos el privilegio de degustarlo en la zona podemos combinarlos con carnes de caza y asados, en cualquier caso combina a la perfección con carnes rojas y a la parilla, embutidos, foie y platos de cuchara. Alcanzó los 90 puntos en la Guía Peñín 2012, a lo que se suma la Medalla de oro del concurso Mundusvini de 2012, 90 puntos para Wine Spectator 2012, y 90 puntos en Stephen Tanzer´s International Wine Cellar.
Hombros es un vino con 12 meses de barricas nuevas de roble francés Allier, 100% Mencía y con los siguientes reconocimientos: Guía Peñín 2012 (Hombros 2008) - 94 puntos; Guía Peñín 2011 (Hombros 2007) - 94 puntos; Wine Advocate -Robert Parker 2011- 91 puntos (Hombros 2008); Medalla de oro Concurso Internacional Bruxelles 2012 (Hombros 2009); 91 puntos, Stephen Tanzer´s International Wine Celler 2012; Medalla de oro Mundus Vini 2011 (Hombros 2008); Medalla de plata (Hombros 2009) en el International Wine&Spirits Competition 2012 y un larguísimo etcétera que sitúa a Hombros en el palmarés de uno de los vinos del Bierzo más galardonados.
Tebaida Nemesio, otra de las joyas de la bodega, es un vino muy exclusivo, elaborado con cepas plantadas en el año 1.900, hace más de un siglo, en cuyos cuidados, el patriarca de la familia, Nemesio Fernández Bruña, ha puesto un especial esmero y el Enólogo y Director Técnico de la bodega, Isidro Fernández Bello, ha añadido las últimas técnicas de vinificación para desarrollar una creación personal como homenaje a su padre. Se utilizan barricas de roble francés, secadas de forma natural durante 36 meses, con tostados a baja temperatura y persistentes en el tiempo. La crianza en barrica sobre sus propias lías ha sido de 18 meses. Estamos ante un tinto limpio y brillante cuya nota de cata se nos describe como “Color rojo picota con reflejos cardenalicios. Lágrima abundante, rápida y coloreada, que muestra una larga vida. Aromas, de buena intensidad y longitud, las notas de crianza desprenden la esencia de la madera nueva ensambladas con aromas de monte, romero, tomillo y flores, que resultan absolutamente sorprendentes sobre un fondo de frutas maduras. En boca la entrada es fresca, amable y elegante. El paso se muestra untuoso y fresco, de gran volumen y con mucho peso de la fruta. El tanino se hace dulce, muy agradable, equilibrado y con cuerpo. En vía retronasal regresan los frescos aromas de monte (romero, tomillo, flores) y los agradables recuerdos balsámicos y frutales dan lugar a un final largo y elegante.”
Tebaida, hermano “pequeño” del anterior pero no por ello menos digno, pues procede también de cepas viejas, ha sido reconocido en las distintas guías más prestigiosas con 92 puntos. La fermentación maloláctica se realiza en barricas de roble francés de Allier y Troncais, con una crianza mínima de 16 meses.
Y vamos con el peso pesado: Tebaida nº 5. Hay momentos en que debemos darnos un homenaje y si de Bierzo se ha de regar el ágape estamos ante una buena elección. De pagos de producción muy limitada (15 hl/Ha), este vino de carácter exclusivo se elabora con uva procedente del Pago Nº 5, el más alto del viñedo ‘Viña de Sapita’, plantado en 1903 por José Pouza. Este Viñedo de más de 100 años, ubicado entre 700 y 900 metros de altitud, está orientado hacia oriente, lo que favorece la fotosíntesis de la planta. Además, el terreno de este exclusivo pago es de gran concentración mineral, debido al hierro y al molibdeno de la pizarra. n tiempo mínimo de crianza de 16 meses. Debido a su cuidada y exclusiva elaboración, con un mínimo 21 meses en barricas de roble francés Allier, este vino es perfecto para tomar durante el aperitivo y maridar con platos elaborados. Robert Parker, el “gurú” americano de los vinos es contundente: The Wine Advocate 93+ puntos. Puede que fuese discutible el que nos atreviésemos a afirmar que estamos ante el mejor vino del Bierzo, pero pocos pueden negar que sí que hemos de incluir a Tebaida nº 5 entre al menos los cinco mejores vinos del Bierzo.
Si un día soleado de finales de septiembre, entre viñedos que entregan su mejor uva de Mencía, en plena cosecha, veis corretear a una niña en uno de los pagos de Casar de Burbia, preguntadle por el abuelo Nemesio, no andará demasiado lejos de sus vides, y seguro que orgulloso os mostrará una bodega que ajena a las prisas, y mimada por su hijo Isidro, encierra entre toneles vinos complejos y sorprendentes. Mencía -que así se llama también esa niña de eterna sonrisa- os mirará curiosa para seguidamente desaparecer jubilosa entre hileras centenarias de cepas.
Casar de Burbia
Travesía Constitución, s/n
Carracedelo, León
Tel.: 987562910
comunicacion@casardeburbia.com
Manuel Medina
Escritor y Viajero