Un volcán chileno oscurece las perspectivas del turismo argentino
Lunes, 25 de julio 2011
SANTIAGO, Chile (AP) - Los 100 millones de toneladas de ceniza y rocas piroclásticas arrojados por un volcán andino han provocado cientos de millones de dólares en pérdidas.
El volcán Cordón Caulle ha estado durante seis semanas emitiendo toneladas de ceniza al cielo y dificultando los vuelos en todo el tercio inferior de América del Sur en perjuicio de la temporada turística de invierno. Los hoteles y restaurantes han permanecido vacíos en las estaciones de esquí. Las pistas de aeropuertos, las laderas de los Andes , las ovejas y la ganadería están recubiertos con material volcánico.
"Cada vez que sopla el viento, no importa la dirección, nos trae ceniza y arena", dijo el alcalde de Villa La Angostura, Ricardo Alonso.
En su pueblo, un lago andino al noreste del volcán, sólo 62 de 152 hoteles de la ciudad están funcionando.
La población de Bariloche es de 140.000 y por lo general alberga 250.000 turistas en esta época del año, incluyendo 40.000 brasileños. El gobierno municipal esta semana estimó las pérdidas en $ 150 millones.
Desde la erupción que comenzó el 4 de junio, el volcán ha lanzado una energía igual a 70 bombas atómicas, o un 2 por ciento de la capacidad de la electricidad del mundo, durante la primera semana, según han calculado científicos de la Universidad Nacional de la Argentina de Río Negro. La ceniza ha abarcado todo el hemisferio sur en varias ocasiones.
Las pérdidas del sector aéreo podrían ascender a $ 50 millones, dijo Helane Becker, analista de aerolíneas de Dahlman Rose & Company. Las compañías de EE.UU. y Europa también se han visto afectadas.
Aerolíneas sigue volando en un horario muy reducido, con 30 vuelos cancelados y más de una docena que continúan pospuestos desde el jueves a causa de la nube de cenizas que puede dañar severamente los aviones en vuelo. Todos los vuelos a Bariloche permanecerán suspendidos hasta por lo menos el martes y los vuelos a otros dos aeropuertos regionales hasta el final del mes.
Los geólogos dicen que la erupción ha disminuido considerablemente desde su máximo en junio, cuando la pluma se elevó a 10 kilómetros y se extendía por todo el continente. El Gobierno de Chile ha permitido a cerca de 3.500 personas evacuadas, la mayoría de ellos pequeños agricultores que viven por debajo del volcán, que vuelvan a sus casas.
Sin embargo, una foto de satélite de la NASA esta semana mostró que el volcán sigue arrojando ceniza a casi 3 kilómetros de altura en una columna que se extendía a 80 kilómetros sobre Argentina, sumándose a las capas arenosas de nieve y cenizas.
El Servicio de Geología y Minas Nacional de Chile se mantuvo en "alerta roja" el jueves, diciendo que la erupción no ha terminado todavía. Todavía hay la posibilidad de que se produzcan más explosiones y pequeños seísmos por la actividad volcánica subterránea. Los gases tóxicos y la lava que aún se arrojan desde el cráter, dan lugar a un espectáculo de luz nocturna que se extiende alrededor de 500 metros sobre el volcán.
La presidenta argentina Cristina Fernández ha declarado una emergencia económica regional, duplicará la ayuda a las familias afectadas y facilitará el aplazamiento de los pagos de impuestos para los restaurantes, hoteles y otros negocios turísticos.
Aerolíneas ha dispuesto autobuses para que la gente puede llegar a las estaciones patagónicas como Bariloche, donde más de 500 hoteles y cientos de restaurantes dependen de la breve temporada de esquí de junio a agosto. Los aeropuertos están cerrados justo cuando los argentinos suelen aprovechar las vacaciones escolares para explorar los senderos sobre el lago Nahuel Huapi.
"No puedo decir que la temporada de invierno se ha perdido, pero va a ser muy difícil superar la situación, ya que ha sido catastrófica", dijo el alcalde Alonso.
Daniel García, director de la Cámara de Turismo de Bariloche, dijo que algunos estudiantes de vacaciones y los turistas han llegado en autobús desde Buenos Aires, un viaje por carretera de más de 20 horas.
