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Destinos para disfrutar de la primavera con fiestas milenarias
Jueves, 21 de marzo 2013



















Foto: Hotel.info

El inicio de la primavera es la excusa perfecta para celebrar fiestas típicas y milenarias alrededor de todo el mundo. Desde Rusia hasta Japón, pasando por Uzbekistan, la gente sale a la calle para celebrar la llegada del calor expresándose y promoviendo la cultura de sus países.

Fiesta pagana en la Plaza Roja

Cada año la Plaza Roja de Moscú se convierte en una fiesta para celebrar el final del invierno y la llegada de la primavera. Miles de rusos se reúnen con la ilusión de la llegada del buen tiempo, aunque en Moscú la nieve seguirá presente durante algunos meses más. La fiesta de la Máslenitsa transforma la plaza durante 7 días en una exposición de cultura. Esta fiesta es de las más arraigadas al país, ya que sus orígenes se remontan al paganismo ruso, antes de la extensión del cristianismo en Rusia. En ella, la gente se anima a expresarse mediante danzas folclóricas, cantos y a promover la gastronomía local. Uno de los alimentos más representativos de la Máslenitsa son los blinis, una versión de las creps a la rusa que se consume durante toda la semana y se asocia a la llegada del Sol y la primavera por su forma redondeada y su color. Para disfrutar de esta fantástica fiesta, el Hotel Ritz Carlton, situado en el pleno centro de la ciudad moscovita, se caracteriza por un diseño propio de los zares rusos. Con vistas al Kremlin y a la Plaza Roja, se garantiza a los huéspedes una experiencia única disfrutando de una Moscú inmersa en una de sus fiestas más características.

Picnic entre cerezos

Una de las tradiciones más emblemáticas que celebran la llegada de la primavera es el Hanami japonés. La fiesta gira en torno al cerezo que florece en esta época dando paso a un espectáculo de color que maravilla tanto a los habitantes de las islas orientales como a los turistas que se acerquen a disfrutarla. En Japón, la flor del cerezo es conocida con el nombre de sakura, la cual simboliza la belleza de la naturaleza y el renacimiento. En Tokio, el parque de Ueno es uno de los más concurridos gracias a los cientos de cerezos que alberga, donde es típico comer bajo los árboles a modo picnic. En sus inmediaciones, se puede encontrar el Candeo Hotel Ueno-Park des de el que se puede contemplar el parque y acercarse a disfrutar de la llegada de la primavera al más puro estilo japonés. El jardín Rikugien y los alrededores del Palacio Imperial son otros dos lugares a tener en cuenta para esta visita primaveral a la capital nipona, aunque muchos más jardines y parques de Tokio están repletos de cerezos esperando a ser descubiertos.



Historias de Samarkanda

Visitar Ukbekistan es viajar a un país mágico, donde la realidad cotidiana eran los grandes desiertos, los sugerentes valles verdes y los zocos en los que las mujeres se agolpaban con velos multicolores. Esta tierra aún sigue existiendo y en ella se encuentran exóticas ciudades como la de Samarkanda, una de las más antiguas del mundo, donde jardines y patios de almadrasas funcionan como escenarios improvisados princesas y jóvenes jugando. El Ideal Hotel, en pleno centro de la ciudad, es un tranquilo hotel des de el que descubrir la ruta por esta ciudad patrimonio de la humanidad que fue una de las más grandes de la antigua Asia Central.

Paseos por la Bretaña francesa   

Laberintos, jardines botánicos, parques boscosos, huertos… Los parques de Bretaña son un marco ideal en la primavera para dar un paseo entre parterres y jardines coloridos y perfumados. En primavera se celebran multitud de fiestas de las plantas, así como el programa nacional "Nos vemos en el parque", que permite visitar más de un centenar de parques y jardines excepcionales. Relais du Silence es un hotel inaugurado en 1968 por iniciativa de varios profesionales del sector con el objetivo de crear un lugar que aúne el encanto y la belleza del paisaje, la tranquilidad y el buen servicio en unas instalaciones lo más confortable posibles para sus huéspedes. Una oportunidad de perderse en paseos bucólicos y olvidarse del estrés del día a día en la primavera.