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Sabor a familia, sabor a Rivera del Duero: Tinto Arroyo
Julio de 2013 - Manuel Medina | Sotillo de la Ribera - Burgos (España) 

























    En el municipio de Sotillo de la Ribera reside una familia, la familia Arroyo, para la que el vino es algo más –mucho más– que una pasión compartida: es una filosofía de vida. Todo un año de duro trabajo para que las cepas que cultivan den el mejor de sus frutos –para de él elaborar el mejor de los vinos¬–, no es sólo un modo de ganarse la vida. Tampoco recibir el merecido reconocimiento de poseer unos de los mejores caldos de la Ribera del Duero es su única meta. Duda no cabe que orgullosos se han de sentir de lo anteriormente expuesto, pero sobre todo, esa búsqueda incansable por alcanzar la excelencia, es un homenaje a las pretéritas generaciones que le antecedieron y que con su sudor regaron esta tierra. Los actuales miembros de la familia Arroyo son dignos herederos de esa tradición.

    Santiago Arroyo, actualmente al frente de la bodega, ha impulsado desde hace años un continuo e imparable crecimiento, pero sin dejar de lado la tradición y sin renunciar a un ápice de calidad en sus vinos. A lo existente, sumó la construcción de una nave subterránea de crianza de 1.000 m2, que puede llegar a albergar hasta 4.000 barricas de roble. Toneles que custodian el mejor fruto fermentado de la uva en las mejores condiciones ambientales. Un entorno inmejorable de sosiego y silencio. Pero la modernidad también tiene cabida en la Bodega de Santiago Arroyo. La sala de embotellado es claro ejemplo de vanguardia en tecnología.

    La familia Arroyo posee distintos pagos que totalizan unas 100 hectáreas, todas ellas encuadradas en el término de Sotillo de la Rivera. La variedad no podía ser otra: Tinta del País (también conocida como Cencibel o Tempranillo). La mejor uva, el mejor terroir, vendimia a mano y por parcelas separadas y la más cuidada elaboración. El resultado no podría ser otro: uno de los mejores vinos de la comarca.  

    Más de cien menciones y premios internacionales les avalan. Pero no existe mejor aval que la creciente demanda de sus productos, de ellos hablaremos:

    ARROYO ROSADO.- De un intenso y atractivo color rosa frambuesa con ribete amoratado, presenta un aspecto brillante. Su olor es muy intenso, destacando aromas a frutos rojos como la fresa silvestre y la frambuesa con recuerdos a golosinas y caramelos rojos. Goloso en boca, envolvente, con final largo y ligeramente ácido que aporta frescura. Las notas de fresa permanecen en todo momento. Un rosado excelente que puede acompañar pastas, pescados azules y carnes ligeras. Estamos ante un vino joven, fresco y aromático de trago ligero y largo que le hace degustable a cualquier hora del día. Obtuvo en el 2012 el prestigioso premio Envero al mejor rosado.

    ARROYO JOVEN.- Mediante una fermentación controlada por frío, se obtiene un tinto rojo picota intenso con fuertes tonos cardenalicios en ribete de copa. Un vino limpio y brillante con una capa media-alta. Su contenido glicérico aporta un excelente lagrimeo en las paredes de la copa. Impresionante en nariz, un gran complejo de aromas a frutas rojas muy maduras (moras, frambuesas, fresas…) y aporte de delicados tonos lácticos que hacen un conjunto muy agradable. Unos toques de hinojo refuerzan aún más la potencia aromática aportando finura y sensualidad. En boca se abre ofreciendo una larga e intensa gama de sabores que pueden evocar pastelerías, tartas de moras, manzanas, fresas, etc.

    ARROYO ROBLE.- Tras una crianza de cuatro meses en barrica de roble americano y francés y ocho meses en botella antes de salir al mercado, se obtiene un vino color cereza intenso con leves ribetes cardenalicios. Capa media-alta, limpio, brillante y muy atractivo. En nariz presenta intensos aromas de frutas rojas maduras confitadas, fresas, frambuesas, arándanos y moras acompañados con tonos de pastelería, lácteos y recuerdos de vainilla y cacao. Un paso fino y elegante se presenta en boca, destacando las moras y fresas muy maduras. Recuerdos de especias y lácteos. Tanino muy redondo y suave.

    ARROYO CRIANZA.- 12 meses en barrica de roble americano y francés para pasar tres meses en tinas de roble francés y finalmente 12 meses en botella. Un vino muy glicérico rojo cereza intensa limpio y brillante. Complejo en nariz: aromas intensos de frutos rojos y negros muy maduros, con toques florales y lácteos sobre un fondo de maderas, balsámico y especiado junto con tonos de cacao y toffe. Muy agradable en boca, carnoso y equilibrado, con cuerpo. Resurgen aromas frutales y un toque de regaliz y minerales. Su calidad queda refrendada por el copioso palmarés de premios y menciones que ostenta.

    ARROYO RESERVA.- 15 meses en barrica de roble americano fino y 24 meses en botella antes de salir al mercado. Color rojo picota intenso con ribete teja. En nariz tonos de fruta compotada, cueros, tabacos, torrefactos y café. Buen equilibrio entre fruta y madera. En boca muy suave y redondo. Recuerdos balsámicos, de pastelería y lácteos, con leves toques de frutos secos como avellanas y almendras amargas en el retrogusto. Perfecto equilibrio entre tanino y acidez. Imprescindible abrir la botella al menos 15 minutos antes de su degustación.

    ARROYO VENDIMIA TARDÍA.- Como indica su nombre, se espera a Diciembre para llevar a cabo la recolección de la uva Tinta del país (Tempranillo) con la que se elabora. Esta sobremaduración da origen a un vino dulce elaborado con uvas tintas. Un vino dulce natural rojo intenso, frutal y floral. Sabor fresco, equilibrado, aterciopelado y con buena estructura. Una buena opción para postres o aperitivos. Un vino delicioso con un muy agradable postgusto.


BODEGAS S. ARROYO
Sotillo de la Ribera - Burgos (España)
Tel/Fax: +34 947 53 24 44
info@tintoarroyo.com



Manuel Medina
Escritor y Viajero





Sabor a familia, sabor a Rivera del Duero: Tinto Arroyo