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Skyscanner - 6 Consejos para ahorrar viajando con niños
Sábado, 24 de agosto 2013

   
   












   
   

   
Fuente: Skyscanner

Si tienes un presupuesto ajustado y no quieres dejar a tus angelitos con los abuelos, hay una serie de detalles que debes tener en cuenta para sacar el máximo partido de tus vacaciones.

Consideraciones previas

Unas vacaciones con niños no es algo que se pueda improvisar de un día para otro, por lo que reservar con antelación todo lo que puedas (vuelo, alojamiento, sobre todo) además de dinero te ahorrará dolores de cabeza. Ni que decir tiene que organizar las vacaciones personalmente en lugar de a través de una agencia de viajes te supondrá un ahorro importante además de una experiencia muy enriquecedora. Por Internet encontrarás todo lo necesario y, si se te sigue haciendo un mundo, solo tienes que buscar en alguna web de viajes (como Los Viajeros) cómo lo han organizado otros y adaptar su viaje a tus requisitos.

Infórmate también antes de partir de las condiciones de tu compañía telefónica con respecto al roaming para no tener ninguna sorpresa a tu vuelta y vigila el uso que hacen tus pequeños del móvil si te vas al extranjero.


Destino

Elegir bien el destino es crucial desde el punto de vista económico. No descartes de entrada destinos lejanos pensando que te costarán una fortuna, porque, aunque un vuelo a un país como la India, Laos, Honduras o Nepal se lleve un buen pellizco del presupuesto, probablemente compensará con lo que te gastes una vez allí. Echa un vistazo también a los países del este de Europa, como Croacia, Polonia o Bulgaria, que al llevar menos tiempo en el circuito turístico ofrecen buenos precios. Si te quedas en el país, ten en cuenta que Granada y Sevilla son algunas de las ciudades más baratas para viajar. En Skyscanner puedes buscar vuelos a cualquier lugar a partir del precio.

Otra buena idea es llevarle la contraria a las temporadas. ¿Que es verano? En lugar de irte a la playa, decídete por un destino tradicional de invierno, como los Alpes suizos. ¿Viajas en invierno? Tienes suerte, ya que en temporada baja encontrarás chollos a cualquier destino, incluidos los de playa, como las islas Canarias, Perú o Indonesia. Recuerda que en el hemisferio sur su verano coincide con nuestro invierno.

Vuelo

¿Cuánto pagan los niños? ¿Facturo el carrito, la sillita, los biberones…? La respuesta es simple: depende. Y es que cada compañía tiene sus condiciones. Consulta tu caso concreto en nuestro completo artículo sobre «Volar con niños».

Ten en cuenta también el tema del equipaje, ya que unos kilos de más pueden suponer una gran diferencia en el precio. Para ahorrarte sustos en el mostrador de facturación, te recomendamos incluir en la maleta una báscula de equipajes. Úsala antes de la salida y de la vuelta, pero también durante las vacaciones, para no comprar más souvernirs o juguetes de los que te quepan. Considera también la opción de hacerte con alguna práctica chaqueta portaequipajes.

Alojamiento

Ahora que ya tienes el destino y el vuelo, tienes que decidir dónde alojarte. Una opción son los alojamientos tradicionales del destino, que no tienen por qué ser de poca calidad. Consulta los comentarios de viajeros (por ejemplo en Tripadvisor) que se hayan alojado allí para salir de dudas. Otra opción interesante es reservar apartamentos o casas completas, ya que con la posibilidad de preparar tu propia comida ahorrarás mucho dinero y vivirás la estupenda experiencia de probar los ingredientes locales que más apetecibles te parezcan. Si prefieres alojamiento en un hotel, busca alguno que tenga habitaciones conectadas e infórmate de los servicios que ofrecen. Una sala de juegos bien surtida entretendrá a tus pequeños en las horas muertas sin tener que invertir ningún extra en ello.

Y si quieres aprovechar para relacionarte con la gente del lugar y que te salga por la cara, nada como hacer un intercambio de casa o incluso apuntarte al couchsurfing, que pone en contacto también a familias viajeras con huéspedes que te alojarán en su casa.

Transporte

Los niños no paran quietos, por lo que, una vez en tu destino, iréis de aquí para allá con toda seguridad. ¿Cómo moverse una vez en el destino? La opción más práctica es utilizar los autobuses, tranvías, trenes y similares del sistema de transporte público. Olvídate de los buses turísticos que recorren la ciudad, ya que podrás realizar prácticamente el mismo recorrido sin limitación de paradas ni horarios montándotelo por tu cuenta. Consulta en la web de la ciudad que visites cómo funciona su sistema y a qué abonos de transportes puedes acogerte: probablemente tengan algunos para familias muy convenientes, como la Budapest Card de Budapest o la TagesTicket de Bonn. También puedes alquilar un coche (recuerda pedir las sillitas que necesites al realizar la reserva) o, si además quieres aprovechar los traslados como actividad de ocio y para que tus churumbeles caigan rendidos por la noche sin rechistar, bicicletas.

Comida

No cometas el error de comer en los restaurantes en los que solo hay turistas cuando tienes la oportunidad de pagar lo que realmente vale la comida. Además de ahorrarte dinero, probarás la auténtica cocina autóctona, una experiencia que bien valdrá la pena. No estamos diciendo que comáis pinchitos de escorpiones de los puestos callejeros, sino que vayáis a los restaurantes en los que come la gente del lugar, sobre todo las familias con niños. Y si no entiendes algo de la carta, siempre tienes la opción de pedir lo que están comiendo en la mesa de al lado y que tiene tan buena pinta. Asegúrate de avisar al camarero para que la comida de los niños no lleve picante y, en cualquier caso, recuerda beber el agua siempre embotellada y pelar siempre la fruta antes de comértela, por si las moscas.

Actividades

Es muy cómodo comprar las excursiones organizadas desde casa o una vez llegas a tu alojamiento. Pero si fueses tan comodón, para empezar no habrías tenido niños. Elegid entre todos las actividades que realmente os apetecen teniendo en cuenta que hay algunas gratuitas para los niños e incluso para toda la familia (como el British Museum de Londres, gratis todos los días, o el Louvre de París, el primer domingo de cada mes y el 14 de julio). Los abonos que existen para ver varias atracciones turísticas, muchos de los cuales incluyen también el transporte público, son una opción a valorar (como la Lisboa Card para Lisboa o el New York Pass para Nueva York). Aprovecha también la excursiones guiadas gratuitas (aunque nunca está de más dar un donativo al final) que ofrecen gente como Sandemans New Europe en Berlín o Praga, entre otras muchas ciudades. Y, por supuesto, hay muchísimas cosas por hacer totalmente gratis, como paseos en bici, rutas por la montaña o picnics en el campo.




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