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Bodegas Sánchez Rosado, el vino de la Algarbía
Manuel Medina. Enero de 2015.


































El Valle del Guadalhorce, también llamado Algarbía, es una fértil comarca de la provincia de Málaga. Hortalizas, frutales y cítricos sucedieron al maltrecho cultivo de la vid, desaparecida tras la plaga de filoxera de 1897.  Bodegas Sánchez Rosado ha logrado, no sin esfuerzo, recuperar la tradición viticultora y vinícola de la zona. Sus magníficos vinos "Cartima Siglo XXI" dan fe de ello.

Esfuerzo e ilusión es lo que el rondeño Enrique Sánchez Martín puso y sigue poniendo cada día en la dirección de su bodega. El vino ya era una de sus pasiones antes de embarcarse en este proyecto. El sector financiero y el textil fueron anteriormente sus ámbitos profesionales, hasta que un día decidió emprender su sueño. Apegarse a la tierra para iniciar un viaje al pasado recuperando el cultivo de la vid, perdido a finales del siglo XIX, pero elaborando unos vinos que miran hacia el futuro. La zona elegida fue la de Viñas Viejas, en la localidad de Cártama. En un principio, Enrique simplemente deseaba elaborar su propio vino. Pero los sueños, al igual que los sarmientos, crecen. Así nació Bodegas Sánchez Rosado.

Con la compra de la finca "La Chamuscá" en el año 1998 comenzó el apasionante viaje de este hombre emprendedor por el mundo de la elaboración y comercialización de vinos, pero fundamentalmente y desde un comienzo, el propósito principal no era otro que la recuperación de una tradición vitivinícola que, como dijimos anteriormente, existía en la sierra de Cártama antes de la llegada de la terrible plaga de la filoxera. Por el momento son dos las elaboraciones que lleva a cabo Bodegas Sánchez Rosado: Tinto Roble Cartima Siglo XXI y Blanco Moscatel Seco.

Por suerte, cada vez más bodegueros son conscientes del axioma de que "el vino nace en el viñedo". Enrique Sánchez es uno de ellos. No siempre fue así, pues hubo un tiempo en este mundo del vino -y lamentablemente algo queda de ello- en el que el cultivo y la elaboración constituían dos procesos separados. Bodegas Sánchez Rosado cuida y mucho de las viñas, teniendo en cuenta el resultado final deseado. Las labores de poda en verde, despunte y la eliminación de racimos para optimizar calidad, sacrificando cantidad, se llevan a cabo de forma totalmente tradicional y artesanal. Sumemos a ello el mimo con el que se lleva a cabo la vendimia, seleccionando de forma manual los mejores racimos y controlando las temperaturas para evitar fermentaciones espontáneas.

Pero al cariño que pone la bodega se alían las condiciones que posee este privilegiado emplazamiento. Situado en una cota de 300 metros entre el Valle del Guadalhorce y la cara sur de Sierra Llana, recibe las brisas de levante del mar Mediterráneo, aportando la humedad precisa y justa que precisan las variedades cultivadas. El terreno es pobre, calizo y franco arcilloso, aportando las óptimas condiciones de suelo para las viñas. Partiendo de todo ello, el trabajo del Ingeniero Agrónomo Rafael López, enólogo de Bodegas Sánchez Rosado, y con una gran experiencia en su profesión, no podía dar otro fruto que la excelencia de los vinos que finalmente embotella esta bodega. De ellos hablaremos.

Cartima Siglo XXI Roble es un coupage de las variedades Tempranillo, Merlot, Garnacha, Syrah y Cabernet Sauvignon. Al servirlo en copa apreciaremos una capa media-alta y al acercarlo a la nariz aparecen olores tostados y balsámicos, tras el que observaremos un toque a fruta madura en compota. De acidez equilibrada, el ataque, la entrada y el paso en boca son extremadamente agradables. Este último aspecto lo consideramos muy interesante de cara a dos perfiles de consumidores que creemos pueden ser en un futuro de vital importancia para el sector, pues demandan vinos con estas características: las mujeres y los jóvenes que se incorporan al mundo del vino.

La segunda elaboración de Bodegas Sánchez Rosado es el Moscatel Seco Cartima Siglo XXI. Elaborado con la prestigiosa y afamada uva Moscatel de Málaga es un vino que brilla en copa con una tonalidad amarilla pajiza con notas verdes, limpias y cristalinas. Olfativamente es muy afrutado con notas a piña, plátano y cítricos. Entrada en boca muy suave con un final que posee un liviano toque de equilibrada acidez.

Estamos convencidos que la elaboración de estos dos magníficos vinos ya es tarea más que ardua para los trabajadores de esta bodega. Pero otro de los propósitos de Enrique Sánchez es la divulgación y puesta en valor de la recuperación del cultivo y las elaboraciones de vino en esta tierra que le acoge. Por ello se sienten encantados de recibir visitas y de ese modo mostrar las distintas fases del proceso productivo. Es el Enoturismo una clara apuesta que lleva a cabo Bodegas Sánchez Rosado. Estas actividades giran en torno a la visita de la bodega y su entorno a la par que se ofrecen catas y distintas propuestas gastronómicas. Para los que deseen una experiencia más participativa, se llevan a cabo talleres de poda en el viñedo que en el caso del presente año fueron acompañadas con la degustación de unas migas camperas. Además la bodega pone a disposición sus instalaciones para la celebración de cualquier tipo de eventos en plena naturaleza y a sólo veinte minutos de la capital malagueña.

Definitivamente y como decíamos al comienzo del presente artículo, Bodegas Sánchez Rosado, capitaneada por Enrique Sánchez Martín, es una bodega familiar que se apegó a la tierra para llevar a cabo un viaje al pasado, recuperando el cultivo de la vid, y que en la actualidad elabora unos vinos que miran hacia el futuro.



Bodegas Sánchez Rosado
Parcela 47, Polígono 14 - Cártama (Málaga-España)
Telf. (+34) 600 50 43 02
info@bodegassanchezrosado.com



Manuel Medina
Escritor y Viajero



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