Viajaratope.Com
Editorial I Los Cruceros Temáticos (I) I El universo del Crucero (XXVII)
Manuel Medina Febrero de 2016































Cada vez más nos sorprenden las compañías con la salida al mercado de cruceros temáticos de toda índole. Sin duda puede suponer un aliciente el sumar, a la ya fascinante experiencia del crucero, el encontrarnos inmersos en un colectivo o en unas actividades por las que sentimos especial inclinación.

Normalmente, el crucero temático se desarrolla en una salida puntual de algún buque de la compañía. En algunos casos el barco sufre ciertas adaptaciones a la temática desarrollada. El caso extremo es cuando no solo el barco, sino la compañía en sí son temáticos (como es el caso de Disney Cruise).

Nada podemos ni debemos, por muy excéntricos que lleguen a ser, objetar a un crucero temático. Sin embargo, ha habido compañías (les ahorramos ser mencionadas), que han cometido la torpeza de "rellenar" camarotes sobrantes con público en general. Esto puede no tener transcendencia en un crucero dedicado por ejemplo a la astronomía (que los hay), pero en otros casos puede llegar a ser una experiencia cuando menos incómoda si no se comparte la temática del viaje.

Los primeros cruceros temáticos se remontan al siglo XIX. En 1869, el británico Thomas Cook organizaba el primer crucero a vapor por el Nilo (antes se empleaban los barcos tradicionales a vela, o dahabias) para los turistas que viajaban a Egipto atraídos por los grandes descubrimientos arqueológicos. Casi un siglo más tarde, y también con el reclamo del arte y la arqueología, se fundaba Swan Hellenic, una de las primeras navieras especializadas en cruceros temáticos por las islas griegas. También entran en esta categoría, aunque con un talante muy distinto, los "booze cruises" (cruceros para bebedores), que surgieron en Estados Unidos en la década de 1920, durante la ley seca.

Hoy surcan los mares más de 400 barcos de cruceros y el número de cruceristas supera los 20 millones al año. El precio medio de los cruceros se ha reducido espectacularmente en los últimos años y con la popularización de las vacaciones en el mar también se ha multiplicado y diversificado la oferta. Abundan los programas diseñados para grupos de pasajeros con aficiones, gustos e intereses comunes. Alicientes que pasan por la gastronomía, las relaciones personales, los espectáculos, los deportes, el arte, la música, la naturaleza, la aventura, el cine…

Algunos armadores, como Disney Cruises, Crystal Cruises o el alemán Peter Deilmann, se han especializado en este tipo de travesías, que organizan durante todo el año, mientras que otros sólo los ofrecen para algunos barcos y fechas concretas. Los cruceros temáticos irrumpen con timidez en España (pioneros fueron el original crucero para naturistas que organizó en 2004 la agencia Viajes Geisha a bordo del New Flamenco o los que organiza de manera esporádica Pullmantur), un mercado en el que los precios ajustados; las rutas por el Mediterráneo (y en menor proporción por el Caribe), con Barcelona como principal puerto de operaciones, y la fórmula todo incluido (vuelos hasta los puertos de embarque, bebidas a bordo y otros extras comprendidos en el precio) son la pauta.



Manuel Medina
Escritor y Viajero


Búsqueda personalizada
Google+

Tweets por @Viajaratope
Editorial I Los Cruceros Temáticos (I) I El universo del Crucero (XXVII)