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Guía Gastronómica -Los mejores lugares para comer en Tallinn
Lunes, 26 de diciembre 2011






















Cuando  la noticia de su alcohol muy barato comenzó a extenderse por Europa,el país de Estonia  antiguamente ocupada por los soviéticos  sucumbió a ser conocido por una cosa: las despedidas de soltero.

En estos días, sin embargo, este Estado  rodeado por el mar Báltico , cuyo paisaje está dominado por espesos bosques cambio su  infraestructura del bloque del Este ,sus pueblos de aspecto medieval con techos de paja por un país que mira la futuro y ofrece mucho mas que un programa de actividades nocturno completo. Después de todo,los estonios con visión de futuro inventaron Skype.

Y en Tallin, la capital pintoresca del país (que también ha sido una de las Capitales Europeas de la Cultura para 2011), es la escena culinaria la que está prosperando.

Tallinn, Estonia

El centro de Raekoja Plats se alinea con una gran variedad de restaurantes  -, mientras que parece que casi todas las nacionalidades (brasileños, griegos, argentinos, una gran cantidad de estilos africanos) tiene sus alimentos representados en las calles de mayor densidad de la ciudad .

Kuldse Notsu Korts, parte del Hotel St Petersburg (www.hotelstpetersbourg.com), se encuentra dentro de las murallas de la Ciudad Vieja – rodeado de torres  rojas  y las casas de color naranja con techo de comerciantes hanseáticos sumergen al comensal  un paso atrás en el tiempo encantador. Este es un restaurante donde los comensales vienen a disfrutar  de una porción de la cultura estonia auténtica.
 


Su nombre se traduce como el "Inn Golden Piglet". Y la especialidad, como era de esperar, es de cerdo. Codillo de cerdo, rabo de cerdo, orejas de cerdo -, mientras que la "morcilla de Estonia (verivorst) y la sangre de masa de bola " (verikakk) tienden a ser los otros  elementos de menú mas solicitados.

Regado con una sidra de pera o una cerveza Saku típica de Estonia, una comida aquí le costará un precio razonable de  40 € por persona. Y con actuaciones de músicos locales, bancos de madera, alfombras, caleidoscopio, las paredes de color pastel y ruedas de carro que cuelgan de los techos de ladrillo blanco, no hay mejor iniciación a la energía de Tallin y la tradición que este restaurante céntrico ofrece al visitante .

En cuanto a la comida, el restaurante ruso Nevskij (también incluido en el Hotel St Petersburgo, y un lugar donde se encuentra un loro parlanchín residente, Misha), es otra visita obligada. Esperar a ser servido, exquisita carne stroganoff, zavarka (té ruso negro), ikra Krasnaya (caviar rojo) y el vodka son las especialidades de este restaurante.

Su hotel hermano, el boutique Schlossle Hotel (www.schlossle-hotels.com), es un galardonado, lugar destacado , el personal equipado con vestimenta tradicional de Estonia. Hay degustaciones de vino en su restaurante  iluminada con velas , una terraza atiende  los meses de verano, y chimeneas  en cada una de sus salas de recepción calientan los rincones más fríos de las estancias en invierno .

Las luces bajas y tapices en las paredes con cortinas cuelgan en cada una de sus habitaciones, por lo que el Schlossle es el lugar perfecto para refugiarse del clima hivernal de la ciudad . Su ubicación céntrica es uno de sus mejores características – a pocos minutos del Plats Raekoja y a pocos pasos del Museo del Mazapán Kalev (donde los estonios creen que los dulces de almendra con sabor nacieron).

Tallinn, Estonia

Tallinn hoy en día es una nueva ciudad. Por supuesto, gran parte de lo que se ve en el casco antiguo tiene un relato histórico que contar, pero luego, este es un país cuyos habitantes todavía  estaban obligados a hacer largas colas en los supermercados hace poco mas de 20 años.

En los años transcurridos desde la caída de la Unión Soviética, Tallin se ha empeñado en hacer uso de su independencia.

La evolución y la modernización ha sido clave para su cambio, pero aun dejan crudos recordatorios de la ocupación rusa.

El Sokos Hotel Viru (www.sokoshotels.fi) sigue siendo un destino turístico ampliamente disfrutado.

Fue a partir de este hotel que oficiales de la KGB - que había hecho su negocio  ilícitamente escuchando las conversaciones de otras personas durante varias décadas - huyeron en la noche del colapso de la Unión Soviética, dejando atrás dos habitaciones sin tocar (ahora conocido como el "Museo de la KGB"), lleno de equipos, colillas de cigarrillos, documentos y demás parafernalia.

Aquí es un recordatorio inquietante de cómo de diferente era  la vida fue  para los estonios  durante gran parte del siglo 20.

Por supuesto, si usted se cansa de su fin de semana en Tallin, cabe recordar que la antigua capital del imperio zarista, San Petersburgo, esta a 217 kilómetros de distancia usando una de las rutas de ferry disponibles.

La capital de Finlandia  Helsinki, esta aún más cerca - sólo a 53 kilómetros de distancia.



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