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Crucero desde Chile a Argentina en un viaje al fin del mundo
Miércoles, 28 de diciembre 2011
Por  Amy Watkins





















Me gusta el hielo en mi whisky - especialmente cuando el hielo en cuestión es un trozo del glaciar de América del Sur.

Yo estaba casi en el “fin del mundo”, en la Patagonia, pero estaba calentita, bebiendo mi copa con los compañeros de viaje de la expedición del buque Stella Australis. A medida que flotaba en la profundidad del fiordo, el hielo parecía como olas congeladas en la ladera de la montaña.

En el mar, fragmentos irregulares de hielo a la deriva aparecían como confeti. Fue lo más destacado de los tres días de crucero desde Punta Arenas en Chile a Ushuaia, en Argentina, viajando a lo largo del Estrecho de Magallanes.

Llanas praderas de pampas rodean Punta Arenas, sólo interrumpidas por los picos de polvo de nieve de la Tierra del Fuego a través del Estrecho. Visitamos el cementerio de la colina de la ciudad con vistas a los tejados de varios colores, donde las lápidas contaban la historia de los croatas, letones y españoles que vinieron a establecerse aquí.

En el muelle me uní al Stella Australis, una nueva y comfortable posibilidad para la línea chilena de “Cruceros Australis”.

Los pasajeros eran una mezcla cosmopolita y se dividieron en grupos lingüísticos, antes de disfrutar de una magnífica cena con vino chileno, filete de merluza Austral  fresca de las frías aguas, y pronto estábamos navegando.

Cuando nos despertamos, estábamos encerrados en la niebla y abrazando el esquema dramático de la isla principal del archipiélago de Tierra del Fuego mientras navegábamos hacia la Bahía Ainsworth. "La Tierra del Fuego", originalmente fue nombrada por el explorador portugués Fernando de Magallanes en 1520 cuando vio los rastros de fogatas de los nativos.

Tomamos botes de goma hacia una playa sembrada de mejillones, los elefantes marinos gritaban nadando a toda velocidad por delante de ellos. No paseamos a través de un bosque magallánico, donde el verde musgo y las plantas parásitas doradas se aferraban a los árboles retorcidos como las decoraciones de Navidad.

En Tuckers Islet, los pingüinos saltaron de sus madrigueras, contoneándose a lo largo de los acantilados y amontonados en la arena gris observando las aves rapaces skúas. Una colonia de cormoranes sobre una roca cubierta de guano - que podríamos oler incluso antes de llegar.
La luna llena brilla en Punta Arenas en Chile.

Un día en el crucero, el sol revela las montañas a medida que recorre el brazo noroeste del Canal Beagle, pasando por algunos de los 1600 glaciares de la zona. Nos sentamos en silencio sobrecogidos por el Glaciar Pía escuchando el tronar y los crujidos que de él derivan, como trozos de hielo que se precipitan al mar.

Mientras navegamos a través de la "Avenida de los Glaciares”, donde se nombró a cada glaciar como una nación europea, nos dieron comidas y bebidas temáticas de estos países.

En nuestro último día, visitamos una de las islas de curtido cerca de Cabo de Hornos. Un oficial de la marina, su familia y su perro fiel vigilan el faro, la capilla de madera y el monumento que conmemora a los marineros que lo han hecho famoso alrededor del Cabo.

Unos 800 barcos han naufragado allí -  y nuestro guía, bromeó: "No vamos a ser el 801.

La Bahía Ainsworth es una entrada de la costa alimentada por el glaciar Marinelli.

Era un día tranquilo, pero el oleaje era cada vez mayor a medida que se acercaba el promontorio rocoso y nos aferrábamos, dejando una mano libre para el ponche caliente, a nuestros anfitriones.

De nuevo en los calmados fiordos, anclamos cerca de Bahía Wulaia, donde, en su viaje de 1828, el capitán del Beagle, Robert FitzRoy había "recogido" cuatro indígenas  Yaghan , cambiándolos por  perlas.

Tres sobrevivieron por hacerse famosos en Gran Bretaña antes de regresar a casa en el segundo viaje de Fitz Roy en la década de 1830. Darwin, un compañero en ese viaje, creía que los Yaghan eran su "eslabón perdido".

Amy Watkins



Cruceros Australis ofrece tres y cuatro días de crucero a partir de £ 725pp entre Punta Arenas y Ushuaia. Navegan entre septiembre y abril a bordo de dos embarcaciones, Via Australis, con una capacidad de 136, y el Stella Australis, con 210.

Los cruceros tienen todo incluido y cuentan con excursiones para ver los glaciares, trekking por los bosques y observar la vida silvestre.


Crucero desde Chile a Argentina en un viaje al fin del mundo