REPORTAJE Benedicto XVI se da un baño de afecto en las calles de México
Domingo, 25 de marzo 2012
Por Sandra Parra (dpa)
Ciudad de México/Guanajuato, 24 mar (dpa) "Benedicto te queremos" gritaba la multitud al papa Benedicto XVI, que hoy recibió un emotivo baño de afecto de parte de los mexicanos en el segundo recorrido de su visita al país que lo llevó del Colegio Miraflores de León a casa del Conde Rul de Guanajuato, donde se reunió con el presidente Felipe Calderón.
Madres alzando sus pequeños para lograr un contacto, personas enfermas, en sillas de ruedas, indígenas y religiosas acercándose al papa fueron imágenes que se repitieron a las afueras del colegio en el que se hospeda el máximo jerarca de la Iglesia católica, que no se ahorró minutos de su agenda para saludarlos y bendecirlos.
"Benedicto, hermano, ya eres mexicano" fueron algunas de las vivas que se escucharon a lo largo del recorrido de 6,9 kilómetros que realizó el papa este sábado, inicialmente en un automóvil negro blindado y posteriormente en el papamóvil.
Banderas del Vaticano y mexicanas se entrelazaron en la nueva multitudinaria valla humana, que recordó la monumental figura de este viernes durante los primeros 35 kilómetros de recorrido que realizó el papa alemán en su primera visita a México, el segundo país con mayor número de católicos de Latinoamérica, después de Brasil.
La euforia de los seguidores del papa puso a correr a su escolta, que debió ubicar un grupo de guardaespaldas paralelo al vehículo en el que se movilizó Benedicto XVI en el primer tramo para evitar que la gente se pegara al coche.
El esfuerzo de los hombres y del rigurosos convoy de seguridad que movilizó a Joseph Ratzinger no fue impedimento para que un par de personas llegaran muy cerca del carro blindado, que fue traído directamente desde el Vaticano.
Saludando con sus manos, sonriente y visiblemente emocionado Benedicto XVI agradeció a las personas el afecto que le mostraron durante el recorrido, en el que también lo escoltó una ambulancia y un helicóptero.
A su llegada a Guanajuato, el denominado "corazón de México", Benedicto XVI recibió las llaves de la ciudad de parte del alcalde Edgard Castro en su parada momentánea en la Glorieta de Santa Fe, donde abordó el papamóvil que lo llevó hasta la Casa del Conde Rul.
Campanas de las iglesias se hicieron sonar a medida que se acercaba el papa a las estrechas calles que llevan al centro de Guanajuato, que estuvieron atiborradas de gente gritándole vivas, una experiencia que según indicó en la mañana el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, fue nueva para el papa, que nunca había sentido un recibimiento tan afectuoso.
A su llegada a la vía que da a la casa del Conde Rul nuevamente fueron protagonistas los niños, un bebé le fue llevado hasta el papamóvil donde el papa lo tocó desde la ventana que llevaba abierta su vehículo personal.
Un unísono "se vive, se siente, el papa está presente" retumbó en la plaza, copada en su mayoría de niños, a quienes Benedicto XVI dirigirá un saludo al término de su reunión con Calderón.
"México bendito con papa Benedicto", también gritaban con euforia los pequeños, quienes esperaron una prolongada jornada para ver al papa desde la plaza que da a esta edificación.
Sacerdotes con lágrimas en los ojos y santuguándose en medio de la multitud que dio la emotiva bienvenida al papa, dieron cuenta de un nuevo hito en la historia de las visitas papales a México, que se mostró generoso con el sucesor de uno de sus papas más queridos, el fallecido Juan Pablo II, a quien tanto cariño expresado le fue retribuido a los mexicanos con cinco visitas durante su pontificado.
