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La Baronía de Escornalbou, historias de pueblos a pie de una fortaleza
Viernes, 18 de mayo 2012





















Foto: Rafel López-Monné

§  Desde un castillo-monasterio hasta un viaducto declarado Patrimonio Industrial de Cataluña, este territorio esconde sorpresas para el visitante


§  En coche, en bici o a pie, los pueblos de este territorio ofrecen múltiples posibilidades de naturaleza y cultura


A los pies de la Sierra de l’Argentera extiende su dominio un territorio de pequeños pueblos cargados de historia, en los que perderse sin prisa. De orígenes ancestrales, los municipios que integran la Baronía de Escornalbou (Riudecanyes, Duesaigües, l’Argentera y Vilanova d’Escornalbou junto con el núcleo de l’Arbocet), creada en el siglo XII para repoblar esta zona de Montañas de la Costa Dorada, invitan al visitante a recorrerlos y disfrutar de sus posibilidades de naturaleza, patrimonio cultural y gastronomía.


Entre las propuestas, descubrirlos a través de sus calles y senderos sin dejar de adentrarse en sus parajes naturales, bien en bici o a pie. L’Arbocet constituye el punto de partida para no perderse ni un mágico rincón de este bucólico territorio de interior situado a pocos kilómetros de la costa de Tarragona.


L’Arbocet, el encanto de un pequeño pueblo

Integrado únicamente por dos calles, la de Baix y la de Dalt, sus pequeñas dimensiones no impiden que albergue en su interior auténticas reliquias de la arquitectura. Es el caso de las dos Torres de defensa, una redonda y otra cuadrada. La tradición afirma que la primera hospedaba a los cristianos y que la segunda fue habitada por los árabes.


Vilanova d’Escornalbou, entre bosques

En este punto de la ruta, el visitante accederá al castillo-monasterio de Escornalbou originario del siglo XII. En su interior se puede admirar una iglesia románica, la sala capitular, los restos del claustro y algunas de las estancias señoriales. Ubicado en un cerro, su elevada posición lo convierte en un mirador privilegiado desde el que contemplar un horizonte poblado por los bosques de Escornalbou, los pueblos construidos a sus pies y disfrutar de las vistas que ofrece la Costa Dorada. Estos pueblos se comunicaban entre ellos por antiguos caminos que hoy dan lugar a rutas de senderismo, como la que transcurre ‘De Vilanova a las ermitas, atalaya y faro del Baix Camp’.


L’Argentera, en lo alto más alto de la sierra

Situado a 344 metros de altitud, en la vertiente oriental de la sierra del mismo nombre, l’Argentera es uno de esos pueblos con calles que invitan a pasear para, poco a poco, irse encontrando con los puntos de interés que lo enriquecen. Así, el visitante se topará con la Iglesia de Sant Bartomeu que data de 1750; la Font Vella, cuya agua era utilizada en las casas del pueblo antes de que se llevara a cabo la canalización; o el cementerio que es una reproducción a escala reducida de uno parisino.


Duesaigües, agua entre puentes

Hablar de Duesaigües es hablar de dos puentes construidos en 1893 para salvar los desniveles de los barrancos de Enseula y de los Masos. Este último, el viaducto dels Masos, está considerado como Elemento del Patrimonio Industrial de Cataluña y se presenta como una imponente construcción de catorce arcos de ladrillo rojo y piedra en dos niveles.


Ruidecanyes, paseo por los días de la semana

Las calles de este pueblo llevan por nombre el de los días de la semana, excepto el del jueves. Su elevada ubicación le convierte en un excelente mirador desde el que contemplar el entorno y, a lo lejos, ver cómo el mar se dibuja en el horizonte. Para descansar y practicar actividades al aire libre, el pantano de Ruidecanyes, perfectamente integrado en el paisaje, contribuye a la creación de un entorno bucólico en el que, entre otras actividades, practicar la pesca.


Además también puede visitarse el Centro de Interpretación de los Frutos del Paisaje, un espacio donde a través de audiovisuales, paneles y juegos conocer los diferentes paisajes del Baix Camp y los productos que en ellos pueden encontrarse: avellanas, olivas, algarrobas, aceite… Y es que Ruidecanyes, Duesaigües y Vilanova d’Escornalbou son productores del aceite de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Siurana, cuyo prestigio se debe a su calidad y a una producción esmerada.


La marca turística Montañas de la Costa Dorada

Las diferentes incursiones en el turismo cultural, tanto en el activo como en el de naturaleza cercana de la Costa Dorada, se promueven a través de la marca turística de reciente creación Montañas de la Costa Dorada, impulsada por el Consell Comarcal del Baix Camp. El objetivo de este sello turístico de calidad es dar a conocer la gran cantidad y diversidad de recursos turísticos de los municipios de montaña cercanos a los municipios de playa de la zona.


La nueva marca turística basa su atractivo en una oferta vinculada a la esencia y la tradición del mundo rural, con un paisaje geográfico y cultural muy diferente al del litoral, pero a su vez, situado a pocos kilómetros de distancia de playas tan concurridas como las de Cambrils, Salou o Miami Playa, y de ciudades tan dinámicas como Reus o Tarragona.







La Baronía de Escornalbou, historias de pueblos a pie de una fortaleza