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Viajar a Islandia (II) El Paraíso Virgen Islandés
Lunes, 18 de junio 2012



























A orillas del fiordo más largo de Islandia y entre montañas, islas,  pequeños pueblos y comunidades rurales se halla Akureyri,  la segunda ciudad más grande de la isla, cuyo principal símbolo es su moderna iglesia luterana, obra del arquitecto Gudjon Samuelsson.  La metrópoli goza de una agitada vida cultural  y es famosa por albergar uno de los torneos de golf más importantes del mundo, el ‘Abierto Ártico’, celebrado bajo el sol de medianoche. 

A pocos kilómetros encontramos Skagafjörour y Húnabing, una próspera región rural del noroeste del país muy famosa por sus criaderos de caballos. Es por ello el lugar ideal para realizar excursiones ecuestres y  vivir en primera persona las típicas ‘rettir’ (recogida anual de caballos y ovejas). 

Lagos, ríos y glaciares
Los edificios de turba del Museo Popular de Glaumbaer y el emocionante rafting invernal de rápidos en los ríos y glaciares son otros de los grandes atractivos de la zona. Asimismo  la región noroccidental es muy conocida por ofrecer unas condiciones excelentes para la pesca con caña, con unos 20 lagos trucheros y 17 ríos salmoneros.

En el Parque Nacional de Jökulsárgljúfur se encuentran el río Jökulsa à Fjöllum y el enorme valle hundido en forma de herradura de Àsbyrgi. Alimentado por un inmenso glaciar, sus aguas se precipitan formando la catarata más caudalosa de Europa, la atronadora Dettifoss.

El tranquilo lago de Mývatn y los terrenos pantanosos circundantes contienen una rica fauna de gran belleza. Los Baños Geotérmicos Naturales de Myvatn proporcionan un relajante descanso al viajero. Muy cerca, se encuentra la “Cascada de los Dioses” y las curiosas formaciones rocosas de Dimmuborgir, sin duda otro de los lugares que merece la pena visitar, como las pozas de barro y los respiradores de vapor de Námafjall, un poco más al este del país.

Observación de ballenas y focas
Entre las muchas actividades que podemos realizar en esta zona está la de embarcar en una excursión de avistamiento de ballenas desde Húsavik, que también posee un fascinante museo dedicado a estos animales. Numerosas variedades de focas y ballenas, así como marsopas y delfines se pueden avistar en las aguas frente a Eyjafjörour y la bahía de Skjálfandaflói. Desde allí podemos observar a las focas jugando junto a la costa, a lo largo de la península de Vatnses y en el Centro de la Foca, en Hvammstangi. 

Al igual que el resto de áreas costeras, este lugar es ideal para asistir al extraordinario espectáculo del sol de medianoche. En la época del solsticio estival, el sol baja hasta besar el horizonte, adoptando tonalidades rojizas y doradas que roban el aliento al espectador.

Los Fiordos del Oeste
Los escasamente poblados Fiordos del Oeste son una de las zonas vírgenes mejor conservadas del planeta. Aquí se encuentran  los tres acantilados de aves más grandes  del viejo continente. Látrabjarg, el punto más occidental de Europa, cobija una de las colonias más grandes de araos aliblancos y alcas comunes del mundo, que comparten zonas de anidada con frailecillos, fulmares y gaviotas tridáctilas.

Esparcidas por los Fiordos, hay un total de doce piscinas naturales que brotan espontáneamente de fuentes en las que uno puede disfrutar de cálidos baños en un escenario natural de belleza inigualable.
Curiosamente, la capital de los Fiordos del Oeste no tiene más de 3.000 habitantes. Se trata del pequeño pueblo de Ísafjörour.  Su animado puerto y colorido casco viejo son la puerta hacia un asombroso paisaje de cruda belleza que es sin duda  lo más parecido al paraíso de todo senderista.

La zona también ofrece inmejorables  atributos para  la práctica del esquí, y el festival musical Aldrei fór èg suour (Jamás fui al sur), que se celebra en Semana Santa, es uno de los acontecimientos culturales más importantes de Islandia.





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