Editorial - Universo Crucero IX, Popularización de precios en los cruceros
Sábado, 02 de junio 2012 Manuel Medina
Manuel Medina
Junio de 2012
Cada vez resultan más sorprendentes las ofertas que están apareciendo de cada una de las compañías de cruceros. Hace tres o cuatro años algunas compañías empezaron a bajar los precios en determinadas salidas para cubrir los huecos existentes, algo lógico, que se ha extendido a casi todas las navieras. Estas “gangas” eran, al principio, muy concretas y sólo las podían cazar aquellos que fuesen capaces de organizarse y hacer las maletas en menos de una semana.
Este año el panorama es completamente distinto, las gangas abundan en todas las compañías, prácticamente todas van a perder dinero y todas están dando precios que en ocasiones están por debajo del precio de costo.
Si tenemos en cuenta que una parte de las ofertas de este año están por debajo del coste real, tenemos el convencimiento de que estos precios no van a durar. En función de la estrategia que siga cada compañía pueden ocurrir tres cosas:
Que para el año que viene las navieras dejen algunos barcos parados en los muelles o jubilen los más viejos.
Que continúen en estos precios pero bajen mucho la calidad y el servicio, con lo cual gran parte de la magia de los cruceros disminuiría.
Que abandonen los países donde aún hay crisis y busquen otros clientes con mayor poder adquisitivo, en este caso deberíamos ir olvidándonos de que las navieras hagan un esfuerzo como hasta ahora habían hecho para adaptarse al mercado español.
No sabemos si es casualidad o es por este motivo que la inauguración del Costa Deliciosa se hiciera en Dubai. La crisis tiene gran culpa de la situación, pero sería injusto decir que es la única culpable, se ha descubierto que sobra oferta y no es sostenible que todas las navieras inauguren uno o dos barcos al año. Uno de los motivos por los que ahora se encuentran con muchos barcos pero con poca ocupación.
Lo hasta aquí expuesto es una forma de explicar la caída en los precios, pero sería completamente rebatible, incluso, podríamos llegar a contradecirlo.
La crisis puede, sin duda, ser un factor para el abaratamiento, pero no es menos cierto que puede que las compañías posean unos costes más bajos que los que creíamos, y por tanto, tuviesen mucho margen de maniobra. Si se han lanzado a la fabricación de grandes buques puede que sea para dar un giro intencionado al mercado: precios asequibles es igual a popularización del producto (dejando atrás el elitismo del crucero) y grandes barcos son necesarios para alojar la futura demanda que se espera. De ser así, la industria del crucero no solo sería un referente sino que puede llegar a hacer mella -y mucha- en otros sectores turísticos.
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Manuel Medina
Escritor y Viajero
