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Destino Egipto: Capítulo I - Planear un viaje a Egipto
Domingo, 08 de julio 2012



























Egipto, y en especial el Valle del Nilo, cuenta con tantos lugares maravillosos que visitar que sería imposible verlo todo en un viaje de pocos días. Si es la primera vez que visita El Cairo, significa con toda probabilidad que querrá ver las Pirámides de Giza, la Esfinge y el Museo Egipcio, mientras que una visita a Luxor no sería completa sin pasar por los templos de Karnak, el templo de Luxor y, por supuesto, el fabuloso Valle de los Reyes.

Muchas personas preferirán unas vacaciones con varios destinos. Por ejemplo, puede pasar un par de días en El Cairo, coger un avión y, en apenas 45 minutos, llegar a Luxor y quedarse allí unos pocos días más para luego, quizás, subir a bordo de un crucero y navegar por el Nilo hasta Asuán. Desde Asuán, podrá regresar directamente en avión a El Cairo. O bien, puede ampliar un viaje por el Valle del Nilo con una visita a un oasis del Desierto occidental, la costa del Mar Rojo o el Sinaí. Ofrecemos excursiones y sugerencias de los lugares de visita obligada:

Alejandría y la Costa Norte

Alejandría es un espectacular destino turístico estival. No deje de visitar el Palacio de Montazah, antigua residencia de verano de la familia real egipcia. En su interior alberga un museo y ofrece una impresionante vista de la costa y el mar (duración aproximada: 2 horas).

Visite el Museo Grecorromano, situado en el corazón de la ciudad (duración aproximada: 2 horas) y la Ciudadela de Qaitbay, construida en el antiguo emplazamiento del Faro de Alejandría, una de las siete maravillas del mundo antiguo (duración aproximada: de 1 a 2 horas, para apreciar el ambiente de la orilla y quizás almorzar).

Luego, puede dirigirse a uno de los emplazamientos arqueológicos de Alejandría, como el anfiteatro romano de Kom Al- Dekka, la Columna de Pompeyo, las antiguas catacumbas de Kom el Shoqafa o el emplazamiento de la Necrópolis Al-Shatby.
Se puede llegar a todos con facilidad y son unas excursiones inigualables. Elija los que prefiera, búsquelos en el mapa y luego disfrute de su larga historia (duración aproximada: 3-4 horas). Y, por último, ninguna estanciaen Alejandría estaría completa si no se ha visitado la Biblioteca Alejandrina. Debería dedicarle tiempo de sobra en su agenda para poder admirar las inmensas bibliotecas, las galerías de arte, los museos dedicados a las antigüedades, los manuscritos y la ciencia, y su planetario (necesitará 1 día o al menos 3 horas para una visita rápida).

Una excursión agradable desde Alejandría consistiría en visitar El Alamein para conocer el museo de la guerra que relata el papel de la región durante la Segunda Guerra Mundial y el cementerio militar británico o los cementerios alemanes e italianos (duración aproximada: 1 día). Rosetta, o Rashid, sería otra estupenda excursión. Situada a unos 60 kilómetros al este de Alejandría, fue allí donde se descubrió la piedra Rosetta en 1799, un objeto clave para descifrar la antigua escritura egipcia de jeroglíficos (duración aproximada: medio día).

El Cairo Y Giza
El Cairo es una ciudad en la que puede obtener una visión general de sus maravillas en apenas un día. Sin embargo, podría pasar días únicamente en el Museo Egipcio. Incluso puede que prefiera estar varias semanas en la ciudad para explorar a fondo sus fabulosas calles y monumentos. Como es de esperar, las Pirámides encabezan la lista de monumentos destacados.
Las Pirámides de Giza están situadas al oeste de El Cairo Central, tal y como han perdurado desde hace siglos. El enclave no está demasiado lejos de las antiguas ciudades de Menfis y Saqqara. Las pirámides (incluida la Gran Pirámide, construida por el faraón Keops de la dinastía IV, la Pirámide de Kefrén ligeramente más pequeña, que data del 2500 a. de C. aproximadamente y la Pirámide de Micerino, además de muchas otras pirámides más pequeñas para las familias de los reyes) constituyen las últimas de las siete maravillas del mundo antiguo que se conservan.

Además, podrá entrar en la Gran Pirámide y en la Pirámide de Kefrén. Desde allí, solo necesitará un pequeño trayecto en coche para llegar a la Esfinge (duración aproximada: 3 horas). Si planea visitar el Museo de la Barca Solar, que alberga un antiguo barco egipcio de tamaño natural, dedique algo de tiempo extra, aproximadamente media hora más.
No olvide visitar Saqqara y la pirámide escalonada de Zoser.

Tómese su tiempo para explorar El Cairo Central. Allí está situado el paseo marítimo de la Corniche el-Nil, que se extiende junto al Nilo y constituye un agradable paseo matutino. Puede cruzar la isla de Gezira y subir a la Torre de El Cairo para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad, o también visitar la Plaza de la Ópera y la Plaza de Ataba, o el Palacio del Manial (duración aproximada: 1 día). Por la noche, diríjase a la nueva Ópera para apreciar un atisbo de música clásica, ópera, teatro o ballet.
El Museo Egipcio alberga una de las mayores colecciones de antigüedades egipcias del mundo. Puede pasar unas horas allí y ver sólo una parte de las cerca de 250 000 piezas antiguas que se exhiben, incluida la famosa colección de tesoros de Tutankamón.
Asimismo, hay momias y tumbas, antiguas piezas arquitectónicas, una mesa para embalsamar y, en el vestíbulo, una réplica de la piedra Rosetta (duración aproximada: de 2 horas a varios días).

Al este de El Cairo Central se encuentra el barrio islámico de la ciudad, donde encontrará la famosa red de calles del Jan el- Jalili. Es el mayor bazar de Oriente Próximo y uno de los mercados más antiguos del mundo. Allí podrá comprar de todo, desde especias hasta piezas de oro, cobre y plata, objetos de moda, accesorios de piel e instrumentos de música tradicionales de Egipto (duración aproximada: 1-2 horas). El Cairo Viejo cuenta con algunas de las iglesias y edificios cristianos más históricos e importantes de la ciudad, incluidas la iglesia de Santa Bárbara, una de las mayores de Egipto, la iglesia de San Jorge y la iglesia de San Sergio, la más antigua de todas. También podrá visitar la encantadora sinagoga de Ben Ezra, la mezquita de Amr Ibn al-As y la hermosa Iglesia Colgante, así denominada porque está construida en lo alto de la estructura de una antigua fortaleza romana, el Fuerte de Babilonia. El Museo Copto cuenta con una de las mejores colecciones de arte copto del mundo, que abarca los periodos que transcurrieron desde los tiempos faraónicos hasta los grecorromanos e islámicos. Asimismo, explorar las pequeñas callejuelas de El Cairo copto es todo un placer (duración aproximada: 2 horas).

No se olvide de visitar el oasis de El Fayum, en el Desierto occidental, incluidos el lago Qarun y algunos excelentes monumentos, así como las ruinas de la pirámide de Hawara, construida por Amenemhat III.

Luxor
Probablemente Luxor sea el mejor museo al aire libre del mundo. Dependiendo de su grado de fascinación por el antiguo Egipto, podrá dedicar horas, días o incluso semanas a explorar sus fabulosos templos, visitar el Museo de Luxor, lleno de antigüedades clásicas, y ver las tumbas del Valle de los Reyes.

Los templos de Karnak son el mayor emplazamiento religioso antiguo del mundo. Allí, los visitantes podrán ver el recinto de Amón-Ra, la única zona abierta al público. Hay otras tres áreas, el recinto de Montu, el recinto de Mut y un edificio recién desmantelado, el templo de Amenhotep IV. Sin duda se trata de una fantástica colección de edificios y estructuras antiguas, columnas, patios, estatuas —incluida una de Ramsés II con su mujer Nefertari—, pilares y obeliscos, incluso un lago sagrado. La carretera de la entrada, dromos, está flanqueada por una fila de estatuas a cada lado y se la conoce como la Avenida de los Carneros. Evidentemente, es de visita obligada (duración aproximada: 2 horas).

El templo de Luxor, situado a la derecha de la cornisa y espectacularmente iluminado por la noche, se puede combinar fácilmente con una visita a los templos de Karnak, pues ambos están ubicados en la misma carretera, separados por una leve distancia. El templo, que data de la época de Amenhotep II y Ramsés II, alberga pilares, estatuas, columnas y fabulosas columnatas, una de ellas de cien metros de largo construida por el propio Amenhotep III, además de patios y un obelisco, que no es único, pues en su origen eran dos.

El otro se erige en la Plaza de la Concordia de París. Asimismo, se pueden contemplar algunos buenos ejemplares de estucos romanos (duración aproximada: 2 horas).

Dedique algo de tiempo a visitar el Museo de la Momificación, situado en la cornisa. Allí se exhiben momificados humanos, cocodrilos y peces, además de las herramientas que se utilizaban para extraer de los cuerpos los órganos vitales y drenar los fluidos, junto con líquido para embalsamar, jarras canópicas y ataúdes (duración aproximada: 2 horas).

Del mismo modo, tómese su tiempo para explorar la orilla oriental de Luxor. Visite el Winter Palace Hotel, donde se dice que Agatha Christie escribió su clásico Muerte en el Nilo, la mezquita de El-Mekashkesh y la gran basílica copta, próxima al templo de Luxor (duración aproximada: 2 horas).

Podrá llegar fácilmente al Valle de los Reyes, situado en la orilla occidental de Luxor, en Tebas, gracias a un puente situado a poca distancia de la ciudad, río arriba. Calcule que tardará unos 30 minutos en el trayecto en coche y programe mucho más tiempo si pretende ir de excursión por otros lugares de interés de la orilla como el templo de Madinet Habu, las dos enormes estatuas conocidas como los Colosos de Memnón, el templo funerario de Ramesseum y el templo de la Reina Hatshepsut en Deir El Bahari.

También puede que quiera hacer una parada en los pueblos de Nuevo y Antiguo Gurna (duración aproximada: 3 horas). Una vez en el Valle de los Reyes, podría pasar horas y horas en el lugar.

El Valle de los Reyes se remonta aproximadamente al periodo transcurrido entre los siglos XVI y XI a. de C., y se trata de una necrópolis de las dinastías del Imperio Nuevo del Egipto faraónico. Tendrá que recorrer un árido paisaje de dunas de arena y colinas hasta llegar al centro del valle. Allí, podrá visitar varias tumbas, como las de Ramsés I y Ramsés III, además de la que es probablemente la más famosa de todas: la tumba de Tutankamón, descubierta en 1922 (duración aproximada: 3 horas).

EL DESIERTO OCCIDENTAL Y LOS OASIS
El oasis de Bahariya, situado a unos 365 kilómetros del oeste de Giza, en El Cairo, es uno de los oasis más populares del Desierto occidental. Por su parte, el oasis de Siwa es el que más se adentra en el corazón del desierto. Las palmeras de dátiles crecen en abundancia y son cruciales para conseguir que un oasis sea fructífero, pues conforman una cubierta y, por tanto, ofrecen sombra para que prosperen otras plantas y árboles más pequeños. Las higueras, los olivos y algunos árboles frutales pueden crecen en estas condiciones, así como las verduras.

El oasis de Bahayira es famoso por sus manantiales naturales fríos y calientes de la época romana, alabados por sus beneficios terapéuticos, de ahí que visitantes de todas partes acudan al lugar para probar sus aguas. En cuanto a la cultura, cuenta con varias ruinas del periodo grecorromano.

Del mismo modo, visite el Oasis de Siwa, donde los amantes del antiguo Egipto podrán visitar el Gabal Al Mawta, que alberga antiguas momias, el templo de Amón, con varias muestras de pinturas y grabados, y el templo de la Profecía de Amón, que data de la dinastía XXVI. También se puede visitar una fabulosa ciudadela en la antigua ciudad de Siwa, cuya visita, además de ser impactante, merece la pena. Entre otros oasis del Desierto occidental se incluyen el oasis de Jarga, el oasis de Dajla y el oasis de Farafra, todos ellos con impresionantes monumentos antiguos.

EL MAR ROJO Y EL SINAÍ
El litoral del Mar Rojo ofrece una experiencia totalmente diferente de Egipto. Aunque abarca muchos kilómetros cuadrados de desierto, también cuenta con unos animados centros turísticos. Uno de ellos es Hurgada. La ciudad cuenta con unos 40 000 habitantes; cifra que se ve incrementada al final de la primavera y durante los meses de verano con turistas que adoran el hecho de que, como muchos otros lugares de Egipto, consigue combinar un estilo de vida moderno con una fascinante historia.
Como antiguo pueblo de pescadores y hogar de sus familias desde hace siglos, es un museo de historia viviente por derecho propio. Hurgada constituye una ciudad dividida en dos mitades, Ad-Dahar en el norte y Sigala en el sur, y ha cambiado poco desde los años noventa, cuando empezó a crecer como el centro turístico que es en la actualidad. Abarca unos 20 kilómetros de costa y es famosa por sus espectaculares playas y deportes acuáticos.

A 20 kilómetros de Hurgada encontrará El Gouna, un lujoso enclave turístico y familiar que satisfará todas las necesidades de su familia.

La ciudad de Marsa Alam, de mucho menor tamaño, está situada más al sur, junto a la costa. Es más tranquila en comparación con Hurgada y el impacto del turismo apenas está empezando. De hecho, en los últimos años se han inaugurado varios complejos de cinco estrellas. Es un hermoso pueblo que conserva su encanto natural, situado justo en la costa y donde la actividad más agotadora es subirse a un barco para ver los peces, las tortugas y los delfines o cenar en uno de sus restaurantes al borde del mar. Los más activos pueden atreverse con aventuras por el desierto del Mar Rojo en quads, camellos o caballos, o bien combinar las actividades del día con una cena bajo las estrellas en una aldea tradicional beduina.

Cerca de Marsa Alam, en Port Ghalib, encontrará un lujoso centro turístico con todas las instalaciones y servicios para despertar sus sentidos.

El Sinaí también es una región importante. Sharm El-Sheij está situada justo al norte del parque nacional de Ras Mohammed, en el extremo más meridional del Sinaí. Se trata de un animado lugar de vacaciones, dividido en dos zonas diferentes. Por un lado, la zona turística de la bahía de Naama, creada a finales de los años ochenta y que continúa floreciendo como un importante destino turístico, y por otro, la ciudad y el puerto, situados al sur, que junto con Sinai Taba, Taba Heights, Nuweiba y Dahab también constituyen zonas populares.

En los alrededores de Sharm El-Sheij existe una amplia oferta de hoteles y restaurantes; además, pueden hacerse numerosas excursiones a lugares como el monasterio de Santa Catalina (según se cree, la estructura más antigua del mundo de este tipo) o detenerse tranquilamente a los pies del monte Moisés. Puede contratar excursiones al parque nacional y subir en barco para hacer submarinismo y buceo con tubo en el Mar Rojo.

Si se aventura por el norte del Sinaí, visite la ciudad de El Arish. Los parques nacionales de Al Zaraneek y Al Bardaweel son famosos por sus pájaros migratorios y suelen estar llenos de aficionados a la ornitología.
Junto a la costa, entre el Nilo y el Mar Rojo, se extiende una inmensa montaña.

En el Desierto oriental podrá encontrar los monasterios de San Antonio y San Pedro, y las Ruinas Romanas de Mons Porphyrites y Mons Claudianus.

FÁCIL DE LLEGAR
Existen vuelos regulares que llegan a los aeropuertos de Hurgada y Marsa Alam, en la costa del Mar Rojo, así como a los de Sharm El-Sheij y Taba, al sur del Sinaí.

Asimismo, la mayoría de las zonas cuentan con servicios de taxi y alquiler de coches, salvo unas pocas excepciones en el Desierto occidental.


Destino Egipto: Capítulo I - Planear un viaje a Egipto