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Norwegian Epic, un crucero familiar, premium, o un nuevo concepto
Lunes, 24 de septiembre 2012


























Por: Armin Menéndez Arango

No pretendo realizar un completo reportaje del Epic, dividiéndolo en secciones (alojamiento, gastronomía, entretenimiento, etc.), cómo ya se ha hecho anteriormente.

Mi relato se basa en pinceladas, impresiones y destellos fugaces que expresan mis sensaciones cuando recuerdo mi visita al EPIC, aspectos del alma y emociones que, al fin y al cabo, son la esencia de las mejores vacaciones.

Intentaré plasmar, de manera más o menos ordenada, las virtudes de un buque encasillado, quizás, en una categoría de cruceros equivocada, ya que, bajo mi humilde opinión, es diferente, un producto que proviene de la evolución natural de los cruceros, que consigue la adaptación del buque al lugar geográfico que visita y a la tipología del huésped que aloja.

Si bien el mercado de los cruceros está rígidamente marcado por las altas instancias de las navieras, mayoritariamente afincadas en los E.E.U.U, que todos conocemos por diferir substancialmente de la cultura hispánica, acostumbrada al “vive y deja vivir”, no todas se han dejado encorsetar por la rigidez de las normas más totalitarias. Sorprendentemente, hace unos años, Norwegian Cruise Line lanzó su concepto Freestyle Cruising, que viene a ser traducido por “cuando quieras y cómo quieras a bordo de nuestros cruceros”, y no era exactamente una característica que yo, por mi idiosincrasia española, esperase ver. Un buque cargando un alto porcentaje de turistas españoles en el puerto de Barcelona, en el que apenas se hablaba español y en el que todo extra conllevaba un sobrecargo, resaltaba una imagen de paisanos perdidos por las cubiertas, intentando entender algo y proteger con tesón el uso de sus tarjetas de embarque frente a posibles disgustos futuros.

Afortunadamente, Norwegian Cruise Line trajo al Norwegian Epic al puerto de la Ciudad Condal, y con él llegó la revolución.

El buque, con capacidad para 4500 pasajeros, de los cuales aproximadamente 2000 en cada viaje son españoles, ha sabido cambiar la mentalidad de la naviera en favor de un concepto que combina a la perfección la flexibilidad de horarios con una tripulación preparada para el mercado español, cartas de menús que se están traduciendo a nuestro idioma y espectáculos directamente importados de Las Vegas.

Me atrevería a definir al Norwegian Epic cómo el buque más camaleónico de todos los cruceros. Freestyle Cruising, más libertad y flexibilidad.

Es un barco que, durante el verano, acostumbra a transportar un alto porcentaje de turistas españoles a bordo, además de rusos, centro europeos y norteamericanos. El concepto Freestyle se adapta al pasaje y las normas se adecuan a la zona geográfica en la que opera, se contrata personal de atención multilingüe, la restauración es etiquetada en múltiples lenguas con el carácter  Freestyle Dining, e incluso los espectáculos son muy atractivos a la mentalidad europea. Estos son algunos de los puntos más visibles y que evocan una sensación más familiar y flexible a las costumbres españolas, en el mismo momento en que se pisa el vestíbulo. Una vez que inicia su traslado hacia las aguas tropicales del Caribe, el EPIC se torna un buque norteamericano de pura cepa, sufriendo una transformación que lo convertirá en un Turks & Caicos flotante.

El carácter familiar mezclado con la exclusividad más premium.

Efectivamente, es un barco diseñado para las familias. Dotado de extensas zonas para el cuidado de los niños y adolescentes, aporta una total dedicación a padres y a hijos, resultando un verdadero parque de atracciones en alta mar, con amplias zonas de piscinas y toboganes, que invitan a disfrutar conjuntamente de las jornadas de navegación, un rocódromo, Shows Nickelodeon, zonas deportivas al aire libre, un gimnasio equipado con equipos Life-Fitness, boleras, máquinas recreativas y un sinfín de zonas de ocio más, que lo convierten en una gran ciudad flotante de entretenimiento y disfrute, con su distintiva característica Freestyle Family Fun.

La exclusividad más premium del EPIC consiste en la oferta de entretenimiento a bordo, con actuaciones que, en los teatros de Las Vegas nos costarían 175 dolares y, en el buque, son gratuitas. El “Howl at the Moon”, un espectáculo musical de enorme éxito en Estados Unidos, desde Texas hasta Nueva York, con rock 'n roll piano en vivo que anima a la participación del público con temas que van  del rock de los 70 hasta el hip-hop, el “Cirque Dreams and Dinner”, una experiencia gastronómica teatral con un excéntrico show durante la cena, que incluye artistas acrobáticos de reconocimiento mundial,  “Blue Man Group”, una increíble y exitosa creación mímica que muestra efectos especiales luminosos y pinturas con los que tres artistas, totalmente azules, juegan y “Legends in Concert”, espectáculo de Las Vegas conocido como pionero en homenajes, que ha reunido a la mayor colección de artistas, fieles imitadores de los famosos más destacados.

Hablando de alojamientos premium, el EPIC ofrece, quizás, las suites que más se ajustan a mi concepto de lujo, servicio y decoración. Comparado con los muchos hoteles de 5 estrellas superiores que he documentado, el lujo al detalle puesto en la zona The Heaven es realmente digno de mencionar y con un precio mucho más ajustado que cualquier resort superior.

The Heaven, un espacio único, al que se accede por una discreta escalera de caracol, con nuestro mayordomo, nos sumerge en una zona exclusiva dedicada a las Suites, que forman un círculo cuyo punto focal es el pequeño anfiteatro con piscina privada, envuelta de cómodas e íntimas tumbonas y sofás. Las elegantes y espaciosas suites, con una decoración que mezcla el lujo asiático y una fresca y luminosa atmósfera, están dotadas de bañeras con vidrieras sobre el mar, una pequeña oficina con PC de sobremesa, cafetera expresso (recordemos que no es habitual conseguir un expresso a bordo de buques norteamericanos) y una fabulosa cama con relajantes e inmejorables vistas.

Las Owner´s Suites son un lujo digno de disfrutar y al alcance de gran parte de cruceristas, y su decoración y complementos se pueden equiparar a los de la mayoría de los hoteles superiores del mercado, que sólo pueden llegar hasta los más privilegiados.



Premium es una experiencia personal del viajero, una característica codiciada por todas las navieras, que sólo el pasajero podrá otorgar, atendiendo a su estilo, a su nivel de exigencia en las diferentes ofertas y a la obtención de una experiencia vacacional que supera sus vivencias anteriores. 

Ninguna naviera lleva este sello de serie, aunque algunas pretendan ponérselo.

Premium es que cada viajero y cada familia disponga de todo lo que busca o más.

Premium es que, aunque “no puedan permitírselo”, sí puedan disfrutarlo, y creo, sinceramente, que Norwegian Cruise Line ha puesto ese concepto en marcha con el EPIC, en su nueva generación de buques.




Norwegian Epic, un crucero familiar, premium, o un nuevo concepto