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Los seis mercados de Navidad más famosos de Europa
Viernes, 09 de noviembre 2012























Con la llegada de la Navidad, las familias se preparan para celebrar las fiestas más alegres del año. Por estas fechas comienzan a abrir los mercadillos navideños, lugares convertidos en verdaderas atracciones turísticas en muchos países por sus notas de luz y color. Los clientes de Rumbo, la agencia de viajes on-line líder en ventas según IATA, han elegido los seis mercadillos navideños más especiales de Europa.

El mercadillo navideño de Nápoles se inaugura el 26 de noviembre. Está situado en la Vía San Gregorio Armeno, la calle donde están situadas las tiendas de los artesanos de la Natividad, donde también pueden verse belenes vivientes. Un poco  más allá, en la Iglesia de San Lorenzo Maggiore, se exponen cada año curiosos belenes preparados con cáscaras de nueces; el Complejo Gesù Nuevo se muestra una exposición sobre el arte de la navidad y en la Cartuja de San Marino hay un belén del siglo XIX formado por más de 300 piezas (algunas de ellas de gran valor), así como colecciones de arte, pintura y cerámica sacra. Las actuaciones de música, teatro y artistas callejeros completan una maravillosa estampa de la navidad en Nápoles, a la que se unen otros mercados interesantes como los de Pompeya y Roma, dignos de los viajeros más exigentes.

El Mercado de Navidad de Cracovia (Polonia) se prolonga hasta el 27 de diciembre. Es uno de los más grandes del mundo, ya que está formado por más de un centenar de puestos de madera donde es posible adquirir todo tipo de artículos, además de los puestos del mercado de artesanías, en la plaza del mercado (Rynek Glowny). El casco antiguo de la ciudad, lleno de iglesias y palacios barrocos, es patrimonio de La Humanidad por la Unesco. Cracovia es la ciudad más turística de Polonia. Allí se encuentran numerosos museos, entre ellos el Czartoryxki que aloja la conocida "Dama del Armiño" de Da Vinci.

Tallín (Estonia), capital de la nueva novela negra, tiene una interesante historia medieval que año tras año se refleja en sus mercadillos navideños, con una estampa sencillamente espectacular. Su mercadillo fue elegido hace unos años como el mejor de Europa por los lectores del diario Times. Su plaza de adoquines da cobijo, alrededor de un gran árbol de Navidad, a más de 50 puestos donde es posible comprar desde sombreros de lana, cuencos y cristalería a sopas y salchichas gigantes para combatir el frío. Todo ello adornado con conciertos, coros y la visita indispensable de Papá Noel entre los niños.

En Viena (Austria), el frío no impide que las calles se llenen de gente ansiosa por recorrer los mercadillos navideños. Allí se celebra desde hace siete siglos el el Christkindlmarkt, uno de los mercados más clásicos y populares de Europa y también uno de los más luminosos. La plaza del ayuntamiento se llena de casetas con repostería, castañas, bebidas calientes y todo tipo de productos relacionados con la Navidad. En el cercano mercado de Ehrenhof puede adquirirse joyería hecha a mano y artesanía tradicional. La música llena la ciudad estos días, merced a una amplia programación de conciertos que duran hasta bien entrado el mes de enero. El viaje incluye traslado a Bratislava, antigua capital de Hungría, visita al antiguo castillo con vistas al Danubio y a la Catedral de San Martín, donde fueron coronados numerosos reyes magiares.

Desde mediados de noviembre, París muestra una gran variedad de mercadillos navideños. Uno de los más destacados se extiende desde la glorieta de los Campos Elíseos hasta la plaza de la Concordia, donde suele instalarse una gran noria. El mercadillo -con más de 150 casetas, atracciones para los más pequeños y actividades gratuitas- vive al ritmo de actividades festivas y culturales de la capital francesa y deslumbra con sus magníficas vistas. Sus protagonistas son la artesanía, la gastronomía y la decoración navideña. Además, los visitantes pueden recorrer distintos mercadillos, entre los que destacan el de la Plaza de la Défense (con música y marionetas), Trocadéro (con pista de patinaje y expositores internacionales), Montparnasse (especializado en artesanía) y el Mercadillo y Poblado de Navidad de Saint-Germain des Prés  (ideal para tomar  vino caliente y dulces). El viaje incluye una visita guiada a Reims y Épernay, un pueblo rodeado de viñedos, así como  la visita de bodegas tan emblemáticas como Moet Chandon o Mercier, con una copa de degustación.

El mercado de Navidad de Munich es el más grande y antiguo de Alemania, ya que se viene celebrando desde el siglo XIV. Se extiende sobre la plaza Marienplatz y allí los más golosos pueden disfrutar del vino caliente con sabor a canela y de sus deliciosas salchichas Bratwurst y napolitanas para combatir el frío. El paquete incluye visita al Mundo de Cristales de Swarovski en Wattens, diseñado por André Heller, con 14 cámaras bajo tierra dedicadas al cristal, vista guiada al centro de Munich y salida en autobús a Salzburgo, con visita, excursión al lago Chiemsee y crucero a la Isla Herreninsel, donde se encuentra el Castillo de Ludwig II, una fabulosa réplica del Palacio de Versalles. 



Los seis mercados de Navidad más famosos de Europa