Viajes y Cruceros

Pompeya, el legado histórico


Pompeya es, hoy en día, uno de los destino turísticos más visitados de Italia. Nos da la ocasión de movernos por una ciudad romana que ha quedado enteramente conservada por la cenizas del volcán Vesubio que, en el año 79d.C, tuvo una violenta erupción y sepultó a la ciudad y a sus habitantes bajo un rio de cenizas y gases tóxicos, conservando, como en una urna, los restos de una civilización que desapareció y quedó oculta por el paso de los siglos hasta que en el año 1550 el arquitecto Domenico Sarna, mientras realizaba trabajos de desvio del rio Sarna, descubrió lo que allí se ocultaba.

200 años más tarde comenzó la excavación propiamente dicha, y con cierto rigor arqueológico, de la ciudad que años después mostraría al asombrado visitante una perfecta radiografía de una ciudad romana en pleno esplendor que, además,  había sido reconstruida apenas 17 años después de que un terremoto en el 62d.C la hubiese destruido casi completamente.

Pompeya contiene todo lo que una ciudad mediana de la época romana contenía en aquellos tiempos como Anfiteatro, Termas, pequeños comercios, prostíbulos, tabernas, lavanderías y todos los servicios de obra pública como el alcantarillado y el saneamiento que una ciudad necesitaba antes y ahora también.

Un paseo por sus empedradas calles con sus canalizaciones laterales, señales, aceras y marcas de carruajes nos hará sumergir en un pasado remoto no tan distante al nuestro. Con sus edificios de estilo mediterráneo a ambos lados de la calle podremos pararnos y entrar en una típica casa romana, algunas profusamente decoradas con murales de todo tipo de temáticas, desde paisajes, pasando por fauna e incluso escenas sexuales.

Numerosos indicadores en la calle con forma de falo evocan prostíbulos e indican al viajero la distancia y dirección correcta para llegar a esas casas. Carteles publicitarios de tiendas alternan con carteles electorales de unos candidatos que nunca pudieron llegar a ganar unas elecciones.

El centro neurálgico de la ciudad lo compone, como en toda ciudad romana, el Foro, con los templos de Júpiter, Apolo y Vespasiano, el mercado, el edificio de Eumaquia, los edificios administrativos y la basílica. Cercanos están los dos teatros y la casa de los Gladiadores.

Resulta digno entrar a Pompeya por la Puerta Marina, abierta sobre la ladera occidental del monte, con sus  entradas, una para carruajes y la otra para peatones...

El Antiquarium, que está en fase de reconstrucción tras su bombardeo en la segunda guerra mundial, conserva materiales relacionados con las diferentes etapas de la vida de la ciudad, como el Pórtico del Templo de Apolo o la estatua de Livia, además de infinidad de cerámicas corintias o el frontón tobaceo.

El Templo de Apolo, que se levanta en el lado occidental de la Plaza del Foro, es un imponente complejo arquitectónico dedicado al Dios Apolo, levantado sobre un peristilo de 48 columnas.

La Basílica revestía la función del primer plano de la vida civil y comercial de la ciudad así como la administración de justicia o los encuentros de negocios, lo que podría compararse con la Bolsa de nuestros días.

El foro, punto más importante de la ciudad en el que podemos visitar el Edifico de Eumaquia, el Templo de Vespasiano, el Santuario de los Lares Públicos, el Macellum, el Templo de Júpiter, el Foro Olitorio y el Templo de Apolo.

Los ejes principales de Pompeya están formados por:

La Vía de la Abundancia, orientada de Este a Oeste y que atraviesa toda el área urbana, ponía en comunicación los núcleos mas importantes de la vida ciudadana desde el Foro a las Termas Estabianas y hasta el Anfiteatro y el Gran Gimnasio. En esta calle hay hostelerías, lavanderías, tintorerías, tiendas de elaboración de fieltro, herrerías….

La Vía de los Augustales, que une la Vía de Estabias con la del Foro, es el límite septentrional de la ciudad y tenía como límite oriental la Vía de los Teatros y el Callejón del Lupanar. Conduce a uno de los barrios más populares de Pompeya con posadas y tabernas.

La Vía de Estabias, que constituye el más importante de los 3 ejes viarios que cruzaban la ciudad de Norte a Sur, ponía en comunicación la ciudad de Pompeya con Estabias y Sorrento y es el principal acceso de las Termas Estabianas y Centrales, el área de los teatros y el Templo de Isis... En el año 62 el cruce de la Vía Estabias con la Vía de la Abundancia se convirtió en el Centro Comercial de la Ciudad.

En Pompeya vale la pena visitar las casas de Paquius Proculus, de Octavius Quartio, Iulia Felix o la Casa de la Venus recostada en la concha, la casa de Salustio, la villa de Diomedes, la villa de los Misterios, la casa del Fauno, la casa de Menandro, la casa de los Ceius, la casa de los Diadumenos, la casa de Trebius Valens, la Casa de las Bodas de plata, la Casa del Centenario o la Casa de los Amorcillos Dorados

Los monumentos más importantes que podemos visitar son el Teatro Grande, el Teatro Pequeño, el Cuartel de los Gladiadores, donde se hallaron 18 cadáveres y el esqueleto de un recién nacido, el Templo de Isis, el Anfiteatro, el Gran Gimnasio, la Necrópolis de Puerta Nocera y el Huerto de los Fugitivos, donde fueron descubiertos 13 cuerpos de los que se extrajeron moldes de yeso aprovechando las cavidades que dejaron sus cuerpos aprisionados por la lava y la ceniza, las Termas Estabianas, el Templo de la Fortuna Augusta, el Arco de Calígula, las Termas del Foro o  la Puerta de Herculano.

La visita a Pompeya, si se va con tiempo, se puede complementar con la de Herculano, Estabia y el Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, que conserva gran parte del tesoro pompeyano.

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