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Turismo responsable y respetuoso con el Medio Ambiente en el Delta del Ebro
Quim Pérez, presidente del Obrador del Tercer Sector Ambiental de Catalunya








































Una visita al Delta del Ebro tiene diversos y vitales motivos. El Delta del Ebro es un espacio natural de una gran biodiversidad substancialmente vulnerable a los efectos del cambio climático y de la actividad humana que necesita desarrollar una nueva  economía para su supervivencia social, económica y ambiental. Sin duda, el turismo que es respetuoso con los bienes naturales y solidario con sus habitantes tiene que ser su apuesta y en ello debemos implicarnos todos los amantes de la naturaleza y del planeta

El Delta del Ebro se ha formado gracias a los sedimentos que el río Ebro ha arrastrado durante centenares de años mediante su caudal. El descenso de las lluvias en el arco mediterráneo, la subida del mar y la irracional búsqueda de beneficios económicos a corto plazo con la consecuente extracción desmesurada de caudales para usos industriales, agrícolas y de crecimientos urbanos insostenibles en todo el litoral mediterráneo ponen en riesgo éste maravilloso espacio de gran interés natural y social.

Vencer la regresión, su hundimiento en el mar o la entrada de agua salada por el cauce del río, por falta de un volumen de caudal suficiente, son los retos que todo amante de la naturaleza debe compartir. Participar en el proyecto de turismo respetuoso con el medio ambiente en el delta del Ebro no sólo es una simple visita ociosa es colaborar en la sobrevivencia de un bello y espectacular territorio.

Los habitantes del Delta del Ebro, unos 50.000, se han paseado por Europa de Amposta a Bruselas, pasando por Barcelona, Madrid, Valencia, etc para dar a conocer la riqueza ecológica de su territorio y los riesgos que lo ponen en peligro. Muy conscientes de ello un gran número de sus habitantes se han propuesto dar a conocer este patrimonio de la biodiversidad a todos los habitantes del mundo. Su estrategia ha sido preservar este enclave, recuperar sus ricas tradiciones culturales, sociales, gastronómicas y darlas a conocer a la humanidad.

El turismo sostenible o, mejor dicho, respetuoso con los bienes naturales que la Madre Tierra nos ha dado ha sido una apuesta clara de los habitantes del Delta del Ebro. A tal efecto, educan a sus niños bajo las premisas de la verdadera sostenibilidad, de los riesgos que conlleva que se lleven el agua del Ebro a otras cuencas para su desarrollo o la implantación de polígonos industriales contaminantes.

No es nada fácil desarrollar un sistema económico local para el Delta del Ebro partiendo de estos parámetros que consiga asentar la población y que evite la emigración de sus jóvenes a Tarragona o a la gran capital de Catalunya, Barcelona.

La protección de las aves que nidifican o simplemente descansan en sus ricos humedales como escala de sus migraciones y sus hábitats es clave. Proyectos como el de SEO/BirdLife en Riet Vell son un ejemplo de cómo el respeto por la naturaleza da vida al territorio en todos sus ámbitos. Desde su observatorio ornitológico se puede conseguir con gran facilidad la paz y tranquilidad mental que nuestras estresantes vidas tanto necesitan. Desde pocos metros por encima de su humedal podemos observar familias de flamencos, fochas, garzas reales, cormoranes, etc. El seguimiento de sus vuelos, aleteos, nados, picoteos entre cañizales y sobre el agua nos lleva a estadios muy próximos a la paz y felicidad.

En Riet Vell se reúne la producción de arroz ecológico y la recuperación de hábitats naturales de zonas húmedas mientras se investiga con el objetivo de favorecer las especies protegidas, el mantenimiento de la calidad ambiental, el paisaje, el asentamiento de la población rural y el turismo ecológico. Visitarlo y comprar un saquito de arroz ecológico es un regalo para el alma y para el proyecto.

Visitar el Delta del Ebro es abrir una puerta al romanticismo. Desgraciadamente retirado al vagón de cola de nuestra actual y apresurada forma de vivir. Inmerso en la belleza natural del Delta de l’Ebro, compartiendo naturaleza, paz y tranquilidad se alimenta la alegría, la felicidad y el amor. Riqueza natural y cultural a nuestro alcance, a la vista, a pocos metros. Cielos estrellados y mágica luz de sol mediterráneo

No puedes abandonar el romanticismo y el amor por la naturaleza del delta sin conocer sus tradiciones, sus casas, sus formas ancestrales de vida. ¿Quién te lo puede mostrar y narrar mejor que Polet? – Imposible. Polet és una persona apasionada por su tierra que lucha por preservarla y que sabe perfectamente, mejor que nadie, que para ello tiene que darla a conocer. Su gran base de datos cotidianos, de anécdotas personales, su sabiduría popular, enraizadas en el Ebro y en su Delta superan con creces cualquier enciclopedia histórico científica. Su carisma, su buen humor, su capacidad de transmitir de forma lúdica pero intensa y rigurosa la manera tradicional de vivir en el Delta merece nuestro tiempo y atención.

Un paseo en “barquet de perxa”, disfrutar de la gastronomía tradicional de la que cocinaba cotidianamente su abuela, una demostración de “tir de rall” – una técnica de pesca en red actualmente ilegal- y cómo no, una competición de juegos tradicionales como saltar la comba, una partida de birles para conseguir el diploma de “talents ocults” son algunas de las numerosas tradiciones con las que Polet apasionadamente nos obsequiará.

¿Dónde podemos dormir? Por muy cercano que sea nuestro origen, la visita merece de varios días de asentamiento en el Delta. Sus gentes, su cielo repleto de estrellas relucientes en la oscuridad de la noche, sus playas vírgenes, su biodiversidad, sus arrozales, sus silencios, el canto de las aves… necesitan sosiego y tiempo.

En Poble Nou a pocos kilómetros de la Encanyissada y la Tancada, dos inmensos humedales repletos de riqueza natural, se nos ofrece un variado hospedaje. Desde el Hotel Algadir del Delta, el primero de toda Catalunya en obtener la máxima distinción en calidad ambiental a nivel europeo por cumplir toda una serie de criterios ecológicos al usar una gestión eficiente en el consumo de agua y energía, correcta separación de residuos, construcción bioclimática y formación continuada para sus trabajadores en materia ambiental; hasta la entrañable Casa Rural “Lo segador” donde Gloria y Josep Joan os atenderán como si estuvieseis en vuestra propia casa, os ofreceran sus ricos pastissets i cocs artesanales y os resolverán cualquier curiosidad por muy compleja que sea sobre el Delta y sus gentes.

Sin lugar a dudas, unos días en el Delta del Ebro abren la mente a la tranquilidad, al amor y respeto a nuestro preciado planeta y a todas sus especies, evidentemente también a la humana. Incomparable la paz que se alcanza cuando sientes, pisas, observas, hueles la espiritual belleza natural en su estado más real acompañado de sus gentes.


Quim Pérez, presidente del Obrador del Tercer Sector Ambiental de Catalunya
http://www.o3sac.org/

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